Con la prórroga del verano y en este otoño tan primaveral que está disfrutando la ciudad, miles de ceutíes no dejaron pasar la ocasión y se echaron a los montes y hasta a las playas como la del Desnarigado a celebrar la tradicional comida campestre del día de Todos los Santos y continuar la tradición de la Mochila.
Atestado era el aspecto de García Aldave y no entraban más coches en los arcenes del entorno de San Antonio. Todo el mundo dispuso lo mejor que pudo sobre las mesas plegables y aparentemente el día se desarrollo sin incidentes.
Destaca sobre manera que la tradición parece tener garantizada su continuidad a juzgar por el gran número de jóvenes que tomaron los montes en compañía de sus padres, pero también hordas de adolescentes que eligieron como plan para este día festivo lo mismo que han visto hacer en sus casas desde que eran chicos.