un proyecto esperado

Las bóvedas de la antigua disco El Candelero para los caballas

El final de la calle Edrissis, con las bóvedas ocultas tras la vegetación. Espacio en el que se abrirá una nueva plaza para los ceutíes.
photo_camera El final de la calle Edrissis, con las bóvedas ocultas tras la vegetación. Espacio en el que se abrirá una nueva plaza para los ceutíes.

Con cierto retraso, el contrato del proyecto de la Ciudad que devolverá el esplendor a esta zona del Baluarte de la Bandera, sale a la luz para cambiar completamente el aspecto del final del Paseo de las Palmeras en su cruce con el Puente del Cristo.

Forman parte fundamental de la historia de Ceuta, pero desde hace años se encuentran 'cerradas' al público. Muchos recordarán las bóvedas que acompañan a la entrada al baluarte de la Bandera, en las Murallas Reales, de cuando todavía formaban parte de la noche caballa bajo el nombre de la conocida discoteca El Candelero (o Muralla Club). Un espacio ahora restringido tras grandes láminas de hierro a aquellos que deciden embarcarse en las visitas guiadas a la Puerta Califal y que pronto volverá a ver la luz como plaza pública y Centro de Interpretación. Aplica en este proyecto el dicho popular de "más vale tarde que nunca".

Y es que, la idea, era que estuviera en funcionamiento en 2024. Pero la reciente licitación del proyecto -contrato valorado en 335.146 euros-, que devolverá a los caballas este espacio largo tiempo oculto a simple vista bajo el Parador -la que fuera la puerta de entrada a la ciudad en el siglo X había sido utilizada como "trastero" hasta que en 2002 se descubrió su verdadera naturaleza-, deja claro que, los plazos van a demorarse. Al menos hasta finales de 2025 o, más bien, 2026.

Merecerá la pena de cumplir con lo prometido. No será, no obstante, fácil de ejecutar y mucho menos de imaginar. El cerramiento fondo de saco de la calle Edrisis, donde gira hacia el puente del Cristo, desaparecerá. Y las palmeras que forman parte del final visual del Paseo de la Palmeras y que desde siempre han acompañado a la ciudad de Ceuta hasta el Baluarte, tampoco estarán.

Ficus de la Puerta Califal
El ficus de la Puerta Califal en una de sus podas

Indican los pliegos en relación a las palmeras, que "la vegetación existente, de gran porte, responde a la realidad actual, pero es incompatible con la idea de dar protagonismo a las bóvedas anejas", por lo que ests deberán relocalizarse. La nueva plaza no se quedará 'calva', sino que estará poblada con veinte nuevos ejemplares más esbeltos -como los que engalanan el Patio de Armas del complejo Amurallado-. El ficus, dada su estrecha relación con la historia caballa, se quedará en su sitio.

La accesibilidad del área -tal y como manda la normativa- será otro de los puntos claves del proyecto, así como la iluminación, en su mayoría indirecta y pensada para resaltar las arcadas y señalizar correctamente los itinerarios. Será todo un cambio a la vista.

El proyecto de iluminación de la nueva plaza que precederá el futuro Centro de Interpretación del Baluarte
El proyecto de iluminación de la nueva plaza que precederá el futuro Centro de Interpretación del Baluarte

Un gran paso que lleva ya más de un lustro gestándose, desde que en 2016 el Gobierno de Vivas sondease a Paradores Nacionales para dar uso a este espacio, en desuso desde hacía ya décadas. Un año más tarde, la idea de convertir el viejo Baluarte en un centro de interpretación cuajó y ya en 2022 resucitó. Entonces las fechas eran optimistas y ponían como horizonte en el presente año.

Los 18 meses de plazo de ejecución de las obras y el fin de presentación de ofertas fechado para finales de este mes dejan patente una vez más que una cosa es la propuesta y otra la realidad.

Pasado y futuro: la discoteca que ocultaba un hallazgo arqueológico único tras las bóvedas y qué pasará con ello

La configuración peninsular de Ceuta motivó que, dado el dominio del entorno marítimo, las defensas se concentraban en el istmo que une esta península con el continente. Sobre las primitivas construcciones defensivas de época tardo-antigua e islámica del frete occidental de Ceuta, se realizó, un nuevo proyecto constructivo obra de Benedito de Rávena y Miguel de Arruda a mediados del siglo XVI al fin de adaptarlos a la amenaza que suponía el desarrollo de la artillería pirobalística. Se construye, entonces, una cortina con sendos baluartes en sus extremos, foso navegable y contraescarpa.

En el segundo cuarto del siglo XVIII, a fin de hacer frente a las necesidades de alojamiento de los contingentes destinados a Ceuta para su defensa y para reforzar el lienzo principal de la Muralla Real, se construyeron una serie de bóvedas adosadas a la Muralla real. Estas fueron usadas con diversos fines, posteriormente (Parque de Artillería) hasta su venta por el Ministerio del Ejército para la construcción del Parador de Turismo la Muralla en la década de los 60.

Bóvedas del Candelero junto al Baluarte de la Bandera / 'Puerta Califal de Ceuta. Génesis y evolución de la Muralla Real'
Bóvedas del Candelero junto al Baluarte de la Bandera / 'Puerta Califal de Ceuta. Génesis y evolución de la Muralla Real'

En su nueva vida como parte del complejo hotelero se convirtieron en parte de la discoteca y sala de fiestas del mismo, hasta que fueron definitivamente abandonadas para finalmente emplearse como lugar de almacenamiento de distintos enseres y mobiliario. Quedaron entonces cerradas al público través de un cierre de lamas metálicas anchas que han ocultado los frentes de las Bóvedas Anejas del Baluarte de la Bandera hasta el día de hoy.

No fue hasta 2002 que su verdadera naturaleza salió a la luz. El hallazgo de la Puerta Califal en las entrañas del Baluarte y su uso hasta principios del presente siglo están recogidos en el artículo del arquitecto Carlos Pérez Marín ‘Relato de un acontecimiento', incluido a su vez en el libro 'Puerta Califal de Ceuta. Génesis y evolución de la Muralla Real', coordinado por Fernando Villada, arqueólogo municipal.

'Relato de un acontecimiento'

¿Y cómo devolver su esplendor a la no menos impresionante antesala de la Puerta Califal? El proyecto propone tres fases: restauración, rehabilitación y reconfiguración.

La obra se centrará en una primera etapa en recuperar el volumen y la forma primitiva de las bóvedas, así como sacar a la luz y restaurar la materialidad original en la medida de lo posible. En paralelo, sin olvidarse de sus estratos históricos, se consolidarán las ruinas y/o restos arqueológicos relevantes para su integración como parte fundamental del recorrido museográfico del futuro Centro de Interpretación.

El proyecto reniega de reconstruir las grandes pérdidas de material, tratando de imitar la pátina del tiempo y una técnica constructiva de otra época, en los que a los paramentos interiores se refiere. Por ello, la funcionalidad que nace del programa del museo se complementará con materiales y paramentos neutros y abstractos que eviten singularizar la propuesta.

resiliente baluarte bandera vertical
Así quedará el interior del Baluarte

Finalmente, el uso museográfico del volumen interior se formalizará con elementos desligados formal y materialmente del original para configurar de este modo una nueva realidad. La propuesta busca así una intervención mínima que al mismo tiempo realce el vacío primitivo de las bóvedas, disponiendo de un elemento lineal de latón que guía el recorrido expositivo y de donde nacerán todos los elementos no originales, que entrelazan los espacios originales generando distintos ámbitos.

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