"Las relaciones con Marruecos están bastante mal y la policía marroquí hace la 'vista gorda"

"Las relaciones con Marruecos están bastante mal y la policía marroquí hace la 'vista gorda"

- La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) publica su informe anual 'Derechos Humanos en la Frontera Sur 2010-2011', en el que cifra en "al menos once" los inmigrantes fallecidos en Ceuta durante los últimos 15 meses

- El texto cuestiona la aplicación "hiperrestrictiva" de la nueva Ley de Asilo en las ciudades autónomas, que se han convertido "en una especie de 'tierra de nadie' con un régimen especial"

- El director del CETI reconoce que los indocumentados "están pasando sin tanta dificultad"


'Ceuta y Melilla: en el limbo de los sueños' es el título de uno de los dos capítulos que la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha dedicado a la ciudad autónoma en su informe anual 'Derechos Humanos en la Frontera Sur 2010-2011'. En el texto, que se elabora cada año desde hace una década, “se desnuda” la 'Europa Fortaleza' y se describen "las políticas de un continente que pretende defender sus fronteras a cualquier precio, sirviéndose para ello de la externalización, la cooperación condicionada y las injerencias en las políticas de países terceros" como Marruecos.

Entre afirmaciones de rotunda sonoridad como las que dicen que "ambas ciudades se han convertido así en una especie de 'tierra de nadie', con un régimen especial donde las leyes se aplican según las necesidades de la política de control migratorio y no según las necesidades y derechos de las personas más vulnerables" o que se trata de "ciudades amuralladas en las que las personas inmigrantes viven en un limbo legal y vital" se incluyen afirmaciones atribuidas al director del CETI local, Carlos Bengoechea, en enero pasado en las que señala que "las relaciones de Marruecos con España están bastante mal y la policía marroquí hace la 'vista gorda' y están pasando sin tanta dificultad”.

En el informe se hace un análisis de los flujos migratorios y de las cifras relativas a la inmigración irregular desde el Sur, que han sufrido "cambios significativos": el descenso de la llegada de inmigrantes a las costas españolas es, según la APDHA, "abrumador" (oscila de las 23.486 personas que llegaron en 2001 a las 5.199 que lo hicieron en 2010). En cuanto a las personas que perdieron la vida en su intento de llegar a territorio español, las cifras de 2010 (131 personas) se acercan mucho a las de 2001 (88 personas), frente a las de 2006 y 2007 que rondaron las 1000 personas muertas.

El contexto de Ceuta y Melilla, "ciudades amuralladas en las que las personas inmigrantes viven en un limbo legal y vital", según la descripción de la Asociación, que también aborda la situación de las porteadoras transfronterizas de Ceuta a través de "un resumen pormenorizado de las condiciones degradantes y peligrosas que estas mujeres sufren para poder sobrevivir".

'En el limbo de los sueños' disecciona a dos ciudades que, siempre a juicio de los autores, que en el caso ceutí han contado con la colaboración de la Asociación Elín, "representan un caso muy particular con relación al fenómeno migratorio: son lugares donde se 'experimentan' y se pueden ver de forma casi inmediata los efectos y repercusiones de las políticas de gestión de la migración desde África por parte de la Unión Europea y de España".

"Medidores sensibles de los cambios en las políticas migratorias"

"Ambas ciudades fronterizas se han convertido en estos últimos diez años en puerta de 'control' de la inmigración hacia Europa desde el Sur", explica el informe, que las dibuja como "medidores sensibles de los cambios en las políticas migratorias". "Resulta más que importante para las personas que defendemos los derechos humanos analizar los tipos de control que se ponen en marcha, los confinamientos y las expulsiones así como sus consecuencias en sufrimiento humano para las personas que las padecen", señala sobre sus prioridades la APDHA.

Su repaso a la coyuntura en Ceuta parte del hecho de que no pertenezca al territorio Schengen, "lo que impide a las personas migrantes que acceden a ellas continuar su desplazamiento por el resto del territorio español y Europa". "Ambas ciudades se han convertido así en una especie de 'tierra de nadie', con un régimen especial donde las leyes se aplican según las necesidades de la política de control migratorio y no según las necesidades y derechos de las personas más vulnerables", lamenta el estudio, que llama la atención sobre el hecho de que "Ceuta y Melilla son ahora una especie de ciudadescentro de retención de inmigrantes, un 'limbo legal' donde miles de personas son retenidas contra su voluntad en una especie de 'cárcel dulce' donde sus ilusiones naufragan y sus ansias de futuro se convierten en desesperación".

"Ceuta y Melilla", concluye la Asociación tras remontarse a los trágicos acontecimientos de septiembre de 2005, "ya nos son puertas fáciles de franquear para dirigirse a Europa: ahora son lugares de retención de inmigrantes por todo el tiempo que sea necesario para poder materializar la expulsión a través de acuerdos de devolución con sus países de origen".

La aplicación "hiperrestrictiva" de la nueva Ley de Asilo

La aplicación "hiperrestrictiva" de la nueva Ley de Asilo "ha venido a dificultar aún más las posibilidades de 'dar el salto a la península' y "en lugar de suponer una mejora para los potenciales refugiados que conseguían llegar a alguna de estas ciudades, éstos se sumaron al bloqueo de los que llevan años en la misma".

La APDHA también recuerda que hasta el año 2009 a quienes se les concedía la 'tarjeta amarilla' de solicitante de asilo, eran autorizados a viajar a la península y tenían derecho a residir y trabajar mientras se resolvía su solicitud, pero que desde 2010 "los solicitantes de asilo reconocidos no tienen permiso para salir de la ciudad". "Ello porque se da más peso a la Directiva Schengen que a la ley de asilo, ante lo que organizaciones sociales como CEAR, Amnistía Internacional, Prodein, Elin o la propia ACNUR han denunciado que es ilegal este bloqueo, porque los solicitantes tienen la tarjeta amarilla, documentación expedida por el Ministerio del Interior que les autoriza a permanecer y circular libremente por España hasta que el Gobierno dé una respuesta definitiva a su caso", critica el informe, que advierte de que "de no aplicarse así, la nueva ley de asilo no está resultando protectora, como se declara su objeto".

El informe refiere que en enero de 2011 una delegación de la APDHA cursó una visita al CETI ceutí, pudiendo entrevistarse con el director del mismo, Carlos Bengoechea, personal administrativo del mismo e inmigrantes allí acogidos. El texto indica que "según la dirección la capacidad del Centro se puede estirar hasta las 600 personas aproximadamente" y recoge frases muy llamativas como la que asegura que "las relaciones de Marruecos con España están bastante mal y la policía marroquí hace la “vista gorda” y están pasando sin tanta dificultad”.

"La imposibilidad de franquear la verja hace que los intentos de paso se produzcan por otras vías de forma continua, casi diariamente (entre dos y cuatro personas cada día), bien a nado por la zona del paso de El Tarajal o por la Bahía norte franqueando el espigón de Benzú, bien en frágiles embarcaciones de juguete en que se embarcan entre tres y cinco personas intentando franquear la frontera por la zona de Benzú".

"A su vez los intentos de pasar clandestinamente a la península se multiplican. Por ejemplo escondido en coches, en atracciones de feria o en los bajos de un camión o un autobús. A veces con el resultado de muerte como el caso de Abdoulaye Kone, un solicitante de asilo a quien se le había impedido entrar en la Península y que murió el 3 de mayo de 2010 atropellado en la autopista A‐7 a la altura del municipio malagueño de Manilva, tras caer de los bajos del camión en el que viajaba escondido".

La APDHA añade que "últimamente los intentos de pasar escondidos en los camiones de basura que parten a la península desde la Planta de Transferencia se multiplican: los inmigrantes del CETI se cuelan en las instalaciones y en los contenedores de basura", a veces con resultado funesto como el accidente que se cobró la vida de un inmigrante camerunés de 33 años el pasado 28 de diciembre al volcar el camión en el que se había ocultado en la carretera del Monte Hacho.

"Al menos" once muertos en un año

Son dos de los "once" casos con resultado de muerte que la APDHA liga directamente a Ceuta "al menos" durante 2010 y lo que va de este ejercicio. El 19 de abril del año pasado se localizó el cadáver de una persona de origen argelino en la playa Playa del Chorillo; dos semanas después, el 3 de mayo, falleció el inmigrante que llevaba en el CETI desde 2009 y que viajaba oculto en un camión por la AP7 en Málaga.

El 30 de agosto se hallaron en las playas del Sarchal y la Almadraba los cadáveres de dos personas "en avanzado estado de descomposición" (un varón magrebí, de unos 40 años, en el segundo caso; y un inmigrante subsahariano con entre 45 y 50 en el primero). El 11 de septiembre se encontró en la Playa de la Potabilizadora, en aguas de la bahía sur de la ciudad de Ceuta, un cadáver "que podría pertenecer a un inmigrante subsahariano que intentó entrar a nado en la ciudad o cayó de una patera".

A finales de ese mismo mes se halló el de otra persona de origen argelino flotando en el mar en la Playa del Tarajal. El 28 de diciembre tuvo lugar el vuelco del contenedor de basuras que se cobró la vida de otro subsahariano que resultó asfixiado.

Ya este año, el 24 de enero la Guardia Civil se topó con el cadáver de un inmigrante subsahariano que apareció en la playa del Tarajal, supuestamente cuando había intentado entrar a nado. La benemérita recuperó también, el 28 de febrero, el cadáver de un inmigrante subsahariano, menor de edad, que falleció al intentar entrar a nado en la ciudad y que estaba flotando cerca del espigón de Benzú. Finalmente, el pasado 6 de marzo los subsaharianos de Beliones, donde quedan "unos setenta", denunciaron la muerte de dos de sus compatriotas cuando intentaban a nado a Ceuta por Benzú, sin que hayan aparecido sus cuerpos.

- Lea aquí el informe íntegro de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA)

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