A pesar de la variedad de flores y detalles, las rosas -y más en concreto las rojas- son cada año las protagonistas del día de San Valentín- en Ceuta. Ha sido un día lleno de dibujos de corazones, ramos entre los brazos y sonrisas en la cara, pero también de clases y trabajo. Al haber cuadrado en día laborable la festividad del amor ha obligado a algunos de los más románticos a hacer llegar sus presentes a aulas y oficinas.

El IES Almina se lo ha puesto fácil a sus alumnos y profesores, ya que una treintena estudiantes de primero de Bachillerato han tenido la idea de costear parte de su viaje de fin de curso vendiendo alrededor de doscientas rosas que han encargado al vivero de Juan Martín, en Benítez. Ellos, por su parte, se han convertido en los responsables de gestionar los pedidos e incluir al gusto del cliente una nota (o no).

Es la recta final para conseguir hacer más asequible la ruta que tienen planeada a través del país luso. Ha sido testigo de su ilusión y empeño su profesora, María Ramos, quien contaba cómo desde el inicio del curso se han involucrado con distintas actividades para llevar a cabo la recaudación. "Sabemos que se hacía en otros centros o aquí mismo en años anteriores, así que hemos querido hacer resurgir la idea aprovechando que será la última oportunidad antes de irse el 1 de marzo", ha abundado la docente, satisfecha con el "éxito" de la iniciativa.

En el centro, en plena Plaza de los Reyes, la floristería familiar Lara ha tenido también uno de los días más ajetreados del año. "Ayer estuvimos hasta las cinco y media de la mañana con los encargos, porque todo el mundo lo quería que si para el trabajo, para antes de las dos que acaba el cole... y claro, estamos muertos", contaba visible y manifiestamente cansada María del Mar Muñoz, una de los cuatro hermanos que regentan el negocio.

A lo largo de la jornada han gestionado alrededor de cuatrocientos encargos que atender "además de la cola que no ha parado en todo el día".

"Tenemos unos clientes muy fieles, hemos tenido hasta que pedir perdón porque hemos cerrado los teléfonos, no dábamos abasto", explicaba Muñoz entre compradores de última hora, contenta con "ver las caritas de felicidad" de quien sabe que con flores siempre se acierta.

Lo ha hecho la pareja de Marta Hernández, precisamente una de esas personas a las que han sorprendido con flores en el trabajo. En su caso, eso sí, entregadas en mano. "Me las trajo mi novio, alguna vez me ha traído rosas, pero esta vez han sido orquídeas", explicaba tímida con el gran paquete de flores moradas en una cesta a cuestas por el Paseo del Revellín. Una de sus compañeras sí recibió rosas, ha apuntado.

Para los menos clásicos los floristas ofrecen a día de hoy multitud de opciones: cajas de bombones llenas de plantas, "que duran más"; ositos realizados con pequeñas flores de goma eva o cúpulas en las que incluyen figuras o adornos y cuya versión de la famosa rosa de la película de Disney 'La Bella y la Bestia' lleva ya dos años triunfando y por supuesto rosas de todos los tipos y colores (algunas, de hecho, con todos a la vez).

Sin embargo, en San Valentín, "las rosas rojas son las protagonistas". Siempre. Una apuesta segura que no pasa de moda y a la que se aferran -por "costumbre" o por seguridad- jóvenes como Juan Carlos Pelador, un veinteañero que se ha lanzado "por primera vez" a regalar flores a una pareja. "No soy mucho de esto, pero creo que le va a gustar", dice mientras inspecciona la rosa "eterna" (preservada) que lleva entre las manos para su novia de casi un año.

Si las cosas "salen bien" será otro de los ceutíes que el año que viene vuelvan a acudir a las floristerías para mantener la tradición y volver a convertir las calles de Ceuta en un jardín.