Sabah Ahmed ha puesto un bonito colofón al Día Internacional de la Mujer en Ceuta al recoger el María de Eza. Premiada por sus valores de solidaridad con los más necesitados. Los “valores de solidaridad transmitidos por mis padres para ayudar a los más desfavorecidos”, en sus palabras. Valores que lleva practicando toda la vida, acogiendo, dando trabajo y ayudando en todo lo posible a mujeres víctimas de la violencia machista. No ahora, sino cuando aún la televisión patria no había sufrido el terremoto de la primera mujer denunciando malos tratos de su marido. Cuando eso era tabú y había que hacerlo con la máxima discreción todo.

Pero esa labor sostenida durante lustros y que ya le valió por ejemplo el reconocimiento de Podemos que le entregó su galardón Vivencias, como pionera en el empresariado femenino de las naves, se ha visto multiplicada por su comportamiento durante el pasado mes de mayo. 

Cuando media ciudad estaba aterrorizada por la cantidad de marroquíes que deambulaban por las calles, ella les abrió las puertas de su casa, entendiendo que más allá de todo había necesidades de humanidad básica por cubrir. De unos cientos llegó a más de mil para ducharse porque la voz se fue corriendo.

Y ella que “no tiene asociación ni recibo ayudas” encontró la solidaridad de los propios vecinos que decidieron ayudarla en su labor. Por eso ha dicho sentirse “muy orgullosa de ser ceutí, un pueblo tan solidario”.

Ha dedicado el premio a “todas las mujeres luchadoras, empoderadas y víctimas de violencia que colaboramos mano a mano por la igualdad de género”.

La Consejera de Servicios Sociales, Dunia Mohamed, ha destacado su gran labor social, “un ejemplo de solidaridad y sensibilidad que deja claro que se puede estar del lado de quien más lo necesita”.

Mohamed ha realizado un discurso con clara carga de profundidad política. Así ha señalado lo mucho que aún queda por andar para lograr la igualdad entre hombres y mujeres: desempleo (la tasa de paro femenina, especialmente en Ceuta, es muy superior a la de los hombres), la brecha salarial, o la conciliación familiar y laboral, por citar algunos. Y para superar esos problemas, ponerles fin e ir limándolos poco a poco, Dunia ha reclamado “unidad”. “Unidad para luchar contra estas desigualdades”.

“Se necesitan medios y recursos, pero también compromiso de todos los ciudadanos para lograr la igualdad”. Unidad para hacer una “causa de todos por encima de ideologías”. Y las instituciones, ha considerado Mohamed deben ser “reflejo de ese compromiso al que apelo”.

Ese mensaje de unidad frente a la desigualdad de la mujer, y la apuesta por una lucha institucional, que implique a toda la ciudadanía y que esté despolitizada lo ha repetido como la fórmula para que las mujeres “sigan siendo libres”.

El único partido con representación en la Asamblea que no ha acudido al acto de entrega del premio ha sido VOX.