Los dos soldados habrían robado 400 gramos de explosivo militar y varios cartuchos de trilita que intentaron vender a la delincuencia organizada.
Uno de los detenidos es legionario y el otro estaba destinado en la Comandancia General. El jefe de la Fuerza Terrrestre, Pedro Pitart, ha abierto una investigación para descubrir cómo se pudo robar el explosivo.