Podría parecer un intento de realismo mágico castrense, pero no lo es. Es la vida misma, que a veces sorprende con maridajes imposibles más cercanos a Berlanga que a García Márquez. Sebastián Ritter (Medellín, Colombia, 1992) es un torero colombiano enamorado de la legión. Todo un fan “de los valores legionarios”. Lleva años, asegura, soñando torear para la Legión. Incluso barajó tomar la alternativa en Málaga con un traje de luces dedicado a la Legión, tal vez con chapiri en vez de montera.

“Yo soy un torero colombiano nacionalizado español hace varios años y los valores de La Legión han estado unidos a mi desde que llegué a España y conocí al Cristo de la Buena Muerte y desde allí ya sentí un gran fervor por una fe que me venia dada desde mi infancia en América”, ha explicado Ritter, tratando de esclarecer ese intenso vínculo que tiene con el Tercio. “Posteriormente tuve la oportunidad de conocer la historia de la Legión gracias a mi anterior apoderado Antonio Corbacho, que falleció en 2013, y me presentó a un amigo capitán de la Legión y me enseñó sus valores y esos valores me han acompañado durante casi diez años de matador de toros”. 

Valores legionarios que Ritter resume en “honor, sacrifico, disciplina, compromiso, amistad, y lealtad. “Es una vocación que tengo desde niño, yo veo mi profesión así y gracias a esos valores he podido seguir preparándome todos estos años y creo que estoy listo para enfrentarme a unas de las ganaderías más importantes de España”.

Tres ganaderías para seis toros: Baltasar Ibán, El Pilar y Adolfo Martín. La primera, elegida por su vínculo con Colombia. “Este año en mi país como todos sabéis hay un panorama político bastante a la inversa y Baltasar Ibán es una ganadería que tiene un gran vínculo con Colombia ya que César Rincón debutó en Madrid con esa ganadería”. 

El caso de Adolfo Martín es, afirma, un desafiado muy legionario. Sus toros tienen fama de tener un “encaste peculiar, diferente, y bastante complicado” y no será fácil. “Es una apuesta legionaria, lo que queremos era homenajear a la Legión de esta manera”. 

Y en lo que respecta a la ganadería de El Pilar es una cuestión de fidelidad, otro rasgo legionario, subraya. “Es una ganadería que me ha apoyado todos estos años que he estado en España y como bien dice el credo legionario, la amistad y la gratitud tienen que ir de la mano”.

Ese es uno de sus retos, el otro, compartido con su apoderado y promotor, es traer de vuelta los toros a la ciudad autónoma. “Soy un torero que ha toreado poco pero lo ha hecho en la plaza de toros más difícil del mundo, que es Madrid, prácticamente todas las temporadas y con cualquier tipo de ganadería y cuando mi actual apoderado Esteban me planteó su deseo de realizar una corrida de toros en Ceuta para conmemorar el centenario de la Legión puesto que en la pandemia no se pudo conmemorar y hacerlo ahora con todos los honores e impulsar el toreo en Ceuta”. Siempre, claro, que la empresa promotora encuentre emplazamiento para la plaza portátil tras la negativa de la Ciudad a ceder el Parque Urbano Juan Carlos I, cesión de la Autoridad Portuaria.