La Cofradía de la Expiración no consiguió salir a procesionar este Viernes Santo debido a la amenaza de lluvia -que se concretó en gotas minutos antes de la hora de salida-, después de que las dos procesiones anteriores previstas, la del Valle y la de los Remedios, tuvieran que regresar con las Imágenes a sus sedes al poco de emprender camino.

Se esperaba un emocionante silencio sepulcral al paso del Cristo de la Expiración y María Santísima del Amor durante su encuentro con sus seguidores después de un año a las puertas de la Iglesia de África, donde, desgraciadamente, tuvo que cancelarse la salida de la Vera Cruz. Lo mismo acabó pasando con la Exìración, provocando las lágrimas de cofrades y público una vez se anunció la decisión por megafonía cinco minutos antes de la hora programada para el inicio.

Con su salida prevista a las ocho y media de la tarde, a las nueve cuando los pasos debían entrar en Carrera Oficial. Posteriormente, la procesión iba a continuar por la Plaza de la Constitución, el Paseo del Revellín, la calle Ingenieros, el Paseo Colón y la calle Jáudenes, donde se había organizado una petalada y el canto de una saeta.

La Estación de Penitencia en la Santa Iglesia Catedral estaba prevista quince minutos después de las doce de la noche, siguiendo después el recorrido para después continuar por la calle O’Donell, Pepe Serón y Edrissis, con la recogida prevista una hora después  en la Iglesia de África. Todos estos tiempos, en el aire en función de la meteorología.

El palio de la Virgen del Amor y San Juan Evangelista iba a ser trasladado por costaleros de San Fernando, hermanados con la Expiración y acompañado por nazarenos con túnicas burdeos. Por su parte, el del Santísimo Cristo de la Expiración debñia ir montado en un mecanismo con ruedas, escoltado por nazarenos con túnicas moradas.

El Cristo no pudo finalmente realizar su paso silencioso y tampoco se pudo disfrutar del acompañamiento musical a la Virgen por parte de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Caído y Virgen de la Amargura de Ceuta.

NOTA: A raíz de la respuesta generada por la crónica titulada 'Jesús y la Virgen se encuentran en un lugar inesperado'. Este medio lamenta profundamente el sentimiento de molestia causado en algunos lectores. La pieza no estaba concebida con intención alguna de ofender, sino de contar desde un punto de vista original y desde la mirada de alguien desconocedor de las tradiciones de la Semana Santa ceutí la salida del paso. Reiteramos en estas líneas nuestro pesar a todo aquel que pueda haberse sentido ofendido por la publicación.