Según la asociación, los agentes de la Unidad de Inteligencia no tenían otra posibilidad que cumplir las órdenes recibidas "por muy descabelladas que les parecieran, algo a lo que están acostumbrados los guardias civiles, ya que forma parte de su trabajo diario".
Aseguran que si los agentes recibieron órdenes concretas para investigar los movimientos de sindicalistas de Ceuta, esas órdenes serían "de inexcusable cumplimiento". Según un escrito trasladado por un mando de la Guardia Civil "todas las órdenes que se reciban son de inexcusable cumplimiento salvo que sean delictivas, en particular contra la Constitución o violen los usos y costumbres de la guerra". Un documento actual "aunque la coherencia no permita creerlo", indica la UGC.
Las fuentes aseguran que este tipo de situaciones no se producen en la Policía Nacional, ya que éstos pueden negarse a cumplir órdenes como la citada y también pueden denunciar este tipo de situaciones sin riesgo a ser sancionados. Permitir que los guardias civiles sean militares y pretender ahora sancionarlos en Ceuta "por cumplir órdenes irracionales es incongruente", según la UGC.
Por estos motivos, la UGC asegura que seguirá luchando para que la Guardia Civil se convierta en un cuerpo civil "moderno y eficaz", con las excepciones para las misiones en el extranjero, "pura y estrictamente militares, las cuales quedan claramente definidas en sus intervenciones como policía militar al mando de la OTAN".
Además, los Grupos Parlamentarios deberán exigir información sobre otras posibles investigaciones similares así como la depuración de las responsabilidades a que haya lugar contra quien ha dado esas órdenes y no contra el que las ha recibido.