“Esto va a ser una larga pelea con el seguro”, confiesa con resignación una de las habitantes de la quinta planta y bien conocedora tanto de lo que está sucediendo como lo que se aviene. El futuro, que no muy lejano, hasta se disipa. De momento, los vecinos del edificio de colores afectado por el incendio urbano más catastrófico que ha vivido la ciudad en toda su historia viven en el día a día desde que este viernes se vieron desalojados de sus hogares. Lo que parecía una sola noche en el Hotel Puerta de África, como un episodio ‘casi anecdótico’, va camino de convertirse en una pesadilla de la que calculan los técnicos, no saldrán hasta “al menos” dentro de 20 días. Sin embargo, aunque el Gobierno de Vivas ha salido rápido a tranquilizarlos y mostrarles su apoyo, solo les cubrirá económicamente una sola noche de hotel, como bien han hecho saber a Ceutaldia los vecinos afectados.

No son los únicos que copan las habitaciones del establecimiento hotelero municipal. También los habitantes del edificio de enfrente tuvieron que abandonar sus hogares. La fuerza, el olor y la toxicidad de ese humo negro lo hizo inhabitable. “Tuvieron que meter ventiladores para sacar todo el humo de las viviendas afectadas, pero por la dirección del viento entró en nuestras casas”, cuenta una de las afectadas. Una catástrofe, coyuntura de un hecho todavía por determinar- puesto que técnicos de la Consejería y Policía Judicial siguen afanados en dilucidar el foco del incendio- pero que las decenas de afectados deberán costearse con su bolsillo.

 Los vecinos no solo piensan, o sueñan, en el regreso a sus hogares, sino en el cómo será. Los más afectados son, sin duda, los habitantes de la primera planta, puesto que las explosiones que se produjeron en la madrugada de este sábado se localizaron en la entreplanta. “Esa vivienda ha colapsado”, continúa explicando la residente del quinto piso. No hay más que verla desde el exterior. Esos conocidos colores están copados y eclipsados por el negro. Y unos pocos metros más abajo, el humo, fruto de conatos, continúa buscando una vía de escape más de 24 horas más tarde.

“Ayer (el viernes por la noche) hablando con el jefe de bomberos, dijo que la estructura solo estaba afectada de forma puntual. En principio, como la escalera no está alterada se podrá acceder de forma controlada y con escolta de los bomberos, y a las viviendas no se podrá regresar a hacer una vida normal hasta que transcurran, como mínimo, 15 o 20 días”, explica la misma vecina.

La dilatación en el regreso a la residencia no se simplifica en daños materiales en las viviendas, sino en las instalaciones. “Todos los accesos de ventilación, enchufes y cualquier oquedad que haya en el edificio y, sobre todo, porque en la instalación de agua tuvieron que partir la puerta de acceso. Los contadores y la instalación acuífera, de saneamiento, eléctrica y de telecomunicaciones están afectadas y, por supuesto, el ascensor”. Es decir, hasta que no se restablezcan esos servicios, no podrá facilitarse un acceso a las viviendas para poder limpiar y empezar a ponerlas en uso.

Mientras tanto, la guerra con las aseguradoras ya se ha abierto, y la primera en deshacerse de responsabilidades parece ser- según cuentan los afectados-, la del comercio donde se produjo el incendio. Entre tanto, ese hotel municipal se presenta como la vivienda para todos estos ceutíes, sine die, mientras, eso sí, lo puedan abonar.