La visita sirve según Vivas para proporcionar a los ceutíes "una elevada dosis de optimismo y confianza" de cara al futuro. Tras las habituales referencias a la historia de Ceuta y su indisoluble recorrido junto a España, han llegado los no menos tradicionales piropos del presidente a una ciudad "pequeña, dulce y marinera".
Ceuta "no es un problema" ha recalcado Vivas, sino una ciudad "útil, viva y activa", que afronta el futuro "con ilusión". El presidente ha reiterado el agradecimiento de todos los ceutíes, así como su lealtad. Un viaje histórico que se ha producido según el presidente gracias a "la voluntad de Sus Majestades" y al "decisivo apoyo del Gobierno de la Nación".