La titular de Medio Ambiente del Gobierno local, Yolanda Bel, y su viceconsejera de Calidad Ambiental, Celinia de Miguel, han presentado este martes ante los medios la campaña de publicidad que servirá para concienciar y dar a conocer entre los ciudadanos los contenedores amarillos que el Ejecutivo instalará en las calles de la ciudad de inmediato para la recogida selectiva de envases. Estos contenedores se sumarán a los ya existentes para el vidrio (verdes), el papel y el cartón (amarillos) y las basuras orgánicas (grises) y permitirán a Ceuta "seguir avanzando" en materia de reciclaje y vertido separado de residuos, según se han congratulado las responsables institucionales del área.

Bel ha explicado que la empresa concesionaria de la planta de transferencia de residuos, FCC-Urbaser, será la que corra con los gastos que conlleve tanto la adquisición de los contenedores como la difusión de la campaña de promoción "en todos los medios de televisión, radio y prensa". En total se colocarán en la ciudad un total de 140 contenedores amarillos, de los que 60 serán instalados "esta semana" y el resto "en los próximos meses".

"A la espera de concretar cuándo se producirá la aprobación del Plan de Residuos y la posterior construcción de la planta de tratamiento elegida", ha dicho Bel sobre un proyecto alrededor del que ha vuelto a negarse a ser concreta, "vamos dando pasos intermedios igualmente importantes para que podamos hablar de una verdadera recogida selectiva de residuos". Entre ellos la consejera ha citado los puntos limpios fijo y móvil, así como los convenios suscritos con gestores específicos o el disponer ya de contenedores verdes (100) y azules (104).

"Ahora damos un paso más con los envases con el objetivo de recoger de forma separada entre un 20% y un 30% del total e ir aumentando ese porcentaje paulatinamente", ha ampliado Bel, quien ha cifrado en "42.000 toneladas" el total de residuos que generan los ceutíes al año.

De esa cantidad hay que detraer los 200.000 kilogramos que recibe el punto limpio en forma de aerosoles, radiografías, fluorescentes y otros residuos específicos, y los 7.200 kilogramos de envases que recogió el año pasado. En los contenedores específicos se depositaron en 2010 un total de 150.000 kilogramos y en los de cartón y papel 3.000 toneladas (el 60% en el Tarajal y el resto en las áreas residenciales).

Recogida y traslado a la Península por separado

Para aclarar polémicas del pasado la consejera ha asegurado que todos los residuos que se recogen por separado se trasladan también de esa forma a la Península. "Con los envases en la compactadora se harán 'balas' de 300 kilogramos que irán a la planta de clasificación peninsular", ha detallado.

Preguntada específicamente de nuevo por el futuro Plan de Gestión de Residuos y la planta de tratamiento que propone la consejera ha dicho que será el Consejo de Gobierno el que "en una o dos semanas" tomará la decisión definitiva sobre si pospone su debate en Pleno a después de las elecciones y ha repetido que el modelo de infraestructura elegido "pretende reciclar y aprovechar los residuos al máximo excluyendo la incineración y partiendo de tres criterios de elección: aceptación social, aceptación medioambiental y viabilidad económica".

"Este es un tema", ha concluido en aparente réplica a quienes, como Caballas, censuran al Gobierno del PP por retrasar este y otros temas a después de la cita con las urnas, "que estaba guardado en el cajón desde los años noventa y que, con determinación, decidimos sacar adelante".