El Consejo de Gobierno ha recibido el informe de la Presidencia de la Ciudad en el que se detalla la participación de Yolanda Bel en la negociación del convenio, según el texto por orden expresa de Juan Vivas. El objetivo era mediar entre las partes ante "la constatación de las grandes diferencias" que podían "consumar la huelga". El mismo informe indica que Bel estuvo en todo momento asesorada por un técnico de la Intervención de la Ciudad y que se manifestó a las partes que se podría autorizar un "crecimiento moderado y razonable" de los precios del contrato con Urbaser por encima del IPC. Una cifra que finalmente ha quedado en un 5% en cuatro años, fecha de finalización del contrato actual, y que según la propia Bel es una cantidad "prudente".
En caso de que la Ciudad afronte definitivamente dicho pago, Bel ha reiterado que en ningún momento supondrá una beneficio industrial para Urbaser. Sobre que esta decisión pueda crear un precedente, Bel lo ha negado tajantemente, ya que esta medida "ya afecta a todas las empresas del sector", y a que una reacción similar en las empresas municipales es imposible ya que "no tienen ningún parecido. Son ámbitos distintos".
Precisamente y refiriéndose a en qué situación quedan el resto de empresas del sector, que algunos casos también tienen contratos con la Ciudad, Bel ha anunciado que estos no se revisarán de momento como sucede con el de Urbaser, sino que cuando se firmen nuevos contratos, las compañías deberán adaptar sus ofertas a los nuevos salarios que tendrán que abonar a sus trabajadores. En cualquier caso, Bel ha restado importancia al gasto que supondrá subir las nóminas en el resto de empresas de limpieza, ya que son tan sólo "35 trabajadores en total frente a los 450 de Urbaser".