A fin de "evitar los perjuicios" que la procesionaria pudiera provocar sobre la población, la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos ha comenzado a instalar atrayentes de captura, que están siendo colocados en el perímetro de los troncos de los pinos para, precisamente, capturar al insecto en su descenso durante los meses de febrero y mayo.

Previamente, durante las primeras semanas de este mismo año, el departamento que dirige el consejero Yamal Dris aplicó un "tratamiento de endoterapia" sobre los árboles, consistente este en la inyección de sustancias compuestas por las materias activas abamectina y emamectina.

El objetivo de Medio Ambiente pasa por actuar en todas las zonas urbanas en las que la procesionaria pueda ocasionar malestar a la ciudadanía caballa utilizando los tratamientos descritos, que son inocuos e inofensivos para los seres humanos y animales domésticos.

A estas actuaciones desarrolladas en distintas zonas de la ciudad, se ha sumado la habitual campaña anual de tratamiento contra la plaga de los pinares a través de OBIMASA. La cifra total de bolsas-nido destruidas desde el inicio de la referida campaña ronda las 1.500, contando, para ello, con una decena de trabajadores de la sociedad municipal.