ESTUDIO

La  Fundación Museo del Mar estudia el fondo marino de Ceuta más allá de la zona de penumbra

La  Fundación Museo del Mar estudia el fondo marino de Ceuta más allá de la zona de penumbra
Óscar Ocaña, Fernando González y Alfonso Rosales
Óscar Ocaña, Fernando González y Alfonso Rosales

El Proyecto Meso_Alborán realiza una exploración biológica por debajo de los 40 metros de profundidad, donde habitualmente no llega el submarinismo, en el litoral de Granada, Málaga, Melilla y Ceut



El fondo del mar es un misterio en sus más íntimas profundidades. Para desvelar esas zonas oscuras, la Fundación del Museo del Mar ha desarrollado el proyecto Meso_Alborán para explorar el Mar de Álboran, de Almería a Málaga y de Ceuta a Melilla “más allá de la zona de penumbra”. Esto es, por debajo de los 40 metros y hasta los 150 metros, donde no llega el buceo recreativo ni el submarinismo científico al uso. 

Las conclusiones estarán listas en septiembre, pero este jueves han querido adelantar algunos detalles de un proyecto en el que están descubriendo “cosas muy interesantes”, adelanta Fernando González Correal, de la Fundación Museo del Mar. Descubrimientos que han podido hacer gracias a un pequeño robot submarino capaz de colarse en las pequeñas montañas, cañones y escarpes inexplorados en el Mar de Alborán. 

Un relieve en muchos casos desconocido que sirve de refugio a especies protegidas y que alberga a la mitad de las especies de interés pesquero, explica Alfredo Rosales, biólogo marino. Esponjas, corales y especies angulares que hacen del extremo occidental del Mediterráneo un lugar muy especial.

“El Mar de Alborán es un hotspot de biodiversidad”, destaca Rosales, “con una alta presencia de endemismos y con una historia natural muy compleja aunque con un alto impacto de actividad humana. Es el mar del que partió la civilización y eso son 6.000 años condicionado por la actividad humana”.

El estudio en profundidad, nunca mejor dicho, permitirá conocer mejor el relieve del Mar de Alborán, sus montañas, sus cañones y arrecifes rocosos allí donde solo puede llegar un robot. Un trabajo con dos vertientes, ayudar a la pesca pero también a la protección y restauración de este hábitat singular. “Que la pesca y la protección vayan de la mano”, aspira Rosales.

La  Fundación Museo del Mar estudia el fondo marino de Ceuta más allá de la zona de penumbra


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad