La Sociedad Española de Ornitología ha abierto un nuevo frente en suelo caballa. El grupo local de la referida entidad informó ayer -jueves- al área de Medio Ambiente sobre unas "actuaciones" potencialmente nocivas para una colonia de aves afincada en el Acuartelamiento de Regulares nº 54.

Desde la organización, aseguran tener constancia de que "se ha cerrado el acceso a los lugares de cría" del denominado 'vencejo pálido', un animal alado de lo más singular que, al parecer, "llevaba largo tiempo establecido en el lugar".

Según el SEO, los numerosos ejemplares de aves que han convertido la entrada principal del cuartel en su hogar fuera del período invernal están "chochando continuamente" con la celosía que se ha instalado en las ventanas de la fachada, lo que provoca a los pájaros "gran estrés" y, por ende, un potencial riesgo de muerte.

Pese a que su estado de conservación no reviste mayor preocupación, el vencejo pálido está protegido por la llamada 'Ley 42/2007, de Patrimonio Natural y Biodiversidad', una directiva europea que regula, precisamente, la preservación del medioambiente y cuyo gigantesco 'paraguas' da amparo al Apus pallidus.

La susodicha legislación prohíbe -de forma explícita- "dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a todos los animales silvestres", así como "destruir o deteriorar sus nidos, vivares y lugares de reproducción, invernada o reposo en cualquier fase de su ciclo biológico". Desde luego, la descripción de la normativa se ajusta a la perfección a lo expuesto por la ONG.

La asociación que agrupa a los aficionados al mundo de las aves y el colectivo 'SOS Vencejos' han aunado fuerzas para tratar de dar solución a la problemática. A través de una carta que ha tenido como destinatario directo al mismísimo Yamal Dris, Antonio José Cambelo Jiménez, coordinador del SEO a nivel autonómico, ha solicitado al consejero que se lleven a cabo "las gestiones oportunas" para "revertir la situación descrita", permitiendo, así, "la continuidad de la colonia".

En la misiva, Cambelo apunta que la instalación de la mencionada celosía "solamente se ha podido hacer previa autorización administrativa" de mano de la propia Consejería de Medio Ambiente; ello, "cumpliendo una serie de estrictos requisitos" y solo en el caso de no existir "una alternativa satisfactoria".

Sea como fuere -y dado que la muerte es lo único irreversible-, los ornitólogos ceutíes creen que es posible deshacer el entuerto. Tan fácil como desinstalar los artesonados de madera y a correr. "Si realmente hay que retirar un nido por motivos de seguridad, deben ofrecerse alternativas viables para la nidificación del vencejo pálido", alegaba Cambelo. "Si este es el caso, solicitamos que se nos informe sobre posibles alternativas", concluía.