Las intensas precipitaciones registradas durante las dos últimas semanas han permitido elevar el volumen de las reservas de agua que acumulan los dos pantanos locales a cerca de un millón de metros cúbicos, el 40 por ciento de su capacidad máxima, lo que garantiza el suministro de agua potable a la población local "hasta junio", según indicó la consejera de Medio Ambiente y portavoz del gobierno, Yolanda Bel, durante la rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo de Gobierno.

 Bel cifró en 961.000 metros cúbicos los recursos hídricos almacenados en los embalses del Renegado y el Infierno, cuya capacidad máxima roza los 2,3 millones.

Ceuta recibió durante el pasado mes de diciembre cerca de 300 litros por metro cuadrado en forma de precipitaciones tras padecer uno de los otoños más secos de los últimos 50 años, lo que obligó en octubre al Ejecutivo local a contratar los servicios de un buque aljibe que trajo desde Algeciras durante 45 días un total de 450.000 metros cúbicos de agua.

En la última sesión plenaria ordinaria del año se aprobó una nueva modificación de crédito para disponer de 600.000 euros al objeto de alquilar de nuevo un buque para traer agua desde la Península en enero, operación que queda postergada indefinidamente.

La portavoz del Ejecutivo recordó que a finales de este año está previsto que estén terminadas las obras de ampliación de la planta desalinizadora local, de la que salen dos tercios de los 30.000 metros cúbicos de agua que consume la ciudad cada día --el resto viene de los embalses y varios manantiales marroquíes--, con lo que la ciudad será virtualmente autosuficiente en materia hídrica.

A pesar de ello el Gobierno que preside Juan Vivas tiene previsto mantener activas las conducciones que permiten en desembarco de agua en el puerto local por si en el futuro volviese a ser necesario recurrir a esta fuente de abastecimiento, a la que Ceuta no tenía que acogerse desde hace una década.