El portavoz de Caballas en la Asamblea, Mohamed Ali, se ha mostrado partidario este miércoles de exigir en el puerto y el helipuerto de Ceuta a los viajeros que pretendan llegar a la ciudad autónoma una prueba PCR negativa, tal y como prevé hacer España a los visitantes que vayan a aterrizar en territorio nacional procedentes de países considerados de riesgo por la incidencia de la COVID-19.

"La salud está por encima de cualquier otra cosa y teniendo en cuenta que esta nueva exigencia tiene cobertura legal y se va a implantar en todo el país, también en las Islas Canarias, Ceuta no puede ser menos, por lo que así se lo vamos a trasladar a las autoridades sanitarias", ha anunciado el localista.

El formulario de control que ya se realiza en los aeropuertos españoles añadirá desde finales mes una pregunta sobre si se dispone o no de un resultado PCR negativo hecho en origen. "En cualquier momento, se podrá solicitar al pasajero la acreditación del resultado de prueba", explica una nota enviada por Sanidad.

"Pediremos la colaboración de las aerolíneas y de los buques para que antes de embarcar a las personas que quieren venir a nuestro país se compruebe que tienen una PCR", ha abundado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras la reunión del Consejo Interterritorial de Salud.

En el caso de que una vez en España no se presente dicha prueba se hará un test de antígenos en el destino y "se interpondrá la correspondiente sanción aparejada", ha comentado el ministro, que vendrá concretada en el Boletín Oficial del Estado.

Los criterios para considerar que un país está en zona roja de riesgo que maneja ahora mismo la Unión Europea son una tasa de notificación de casos de COVID-19 acumulada en 14 días de 50 positivos o más y una tasa de positividad –porcentaje de resultados que dan positivo entre todas las pruebas que se hacen– del 4% o más. Si solo se atiende a la incidencia acumulada, la IA para 14 días que marca el riesgo alto es de 150 por 100 000 habitantes.