La propuesta que ha planteado el PSOE para que el Pleno aprobara elevar a al Mesa por la Economía medidas de apoyo a la inserción laboral de las mujeres ha derivado de nuevo –viene siendo habitual en las últimas sesiones– en una queja de Carracao sobre la metodología con la que viene funcionando esa Mesa por la Economía. Al socialista no le ha gustado nada que el Gobierno se haya sentado primero con los agentes sociales (sindicatos y patronal) y no haya invitado a los grupos políticos a participar en la elaboración de ese documento que servirá ahora de base a los trabajos de la Mesa.

Y aunque lo había dejado caer en más ocasiones y se intuía el fondo de su queja, este martes, Carracao la explicitado. Sin nombrar al concejal de Caballas, Juan Luis Aróstegui, es su persona y su cargo como secretario general de Comisiones Obreras, lo que molesta a Carracao.

El secretario general de los socialistas ha afirmado que con la opción que ha elegido el Gobierno “sólo su grupo”, el PSOE, “se ha quedado fuera” del consenso del documento “al no tener una representación directa a través de las centrales sindicales”. Dejando claro que aunque el secretario de UGT, Antonio Gil, haya vuelto al redil socialista, después de su expulsión, aún es pronto para considerarlo uno de los suyos. Y es que tampoco Caballas ha sido invitado a participar en esas reuniones en las que el Ejecutivo se ha sentado con Comisiones Obreras, UGT, Confederación de Empresarios y Cámara de Comercio, de las que ha salido un documento con propuestas concretas a los que todos han dado el visto bueno.

Vivas le ha recordado a Carracao y le ha dado su palabra de que tendrá ocasión de aportar a la mesa. El presidente ha negado la mayor y ha asegurado que aún no hay ningún acuerdo que tenga validez alguna. La batería de propuestas consensuadas entre el Ejecutivo y los agentes sociales ha de ser aún debatida en la propia Mesa por la Economía con todos los grupos políticos que podrán hacer sus aportaciones. El documento aún está abierto a las enmiendas en negativo y en positivo de PP, Caballas y PSOE. Y aún después, el texto que salga de esa Mesa por la Economía tendrá que ser debatido en el Pleno y ha de recibir su visto bueno. Y más aún, tal y como ha recordado Vivas, tras su aprobación se creará un Comité de Seguimiento y Evaluación de lo acordado en el que ha garantizado subir al PSOE a ese grupo de trabajo que no sólo tendrá como cometido velar por el cumplimiento de lo propuesto sino que estará abierto a realizar nuevas aportaciones y correcciones a las medidas aprobadas y puestas en marcha.

A favor de los argumentos de Carracao, parece complicado que Caballas vaya a posicionarse en contra de alguno de los puntos consensuados por los agentes sociales, cuando uno de sus diputados, Juan Luis Aróstegui, ha formado parte de ese consenso. No es descartable, en cambio, que el grupo sume más peticiones y medidas con un mayor calado político que las planteadas por sindicatos y patronal.

Así las cosas el debate metodológico sobre la Mesa por la Economía ha eclipsado al que debió haber generado la propuesta del PSOE. Rápidamente aceptada previa transaccional planteada por Martínez, que no volvió a abrir la boca en el debate, y que hacía hincapié, precisamente en la metodología. El consejero de Economía y Hacienda entendía que la propuesta debía ser elevada directamente a la Mesa por la Economía y no al Pleno. Martínez ha recordado que “la Mesa por la Economía es un órgano auxiliar del Pleno y no tiene sentido que el órgano superior eleve nada al órgano inferior”, más bien al contrario convendría plantear esa propuesta a la Mesa por la Economía para que si se aprueba en su seno, previo debate de la misma, sea elevada al Pleno para su refrendo. Y eso es lo que el plenario ha aprobado por unanimidad.

Al final, la metodolodía ha eclipasado tanto la propuesta de incluir medidas que favorezcan la inclusión laboral de la mujer, más castigada por el desempleo, tal y como ha recordado Carracao, y con menores salarios que los hombres por los mismos trabajos en muchas empresas como el fondo mismo de la propia Mesa por la Economía, que ha recordado Vivas: sumar entre todos posturas comunes para salir de la situación de crisis y reactivar el tejido productivo.

La diputada de Caballas, Fatima Hamed, a pesar de la queja de Carracao, ha sido la única de Caballas en intervenir y lo ha hecho para recordar que su grupo político, entonces como UDCE, ya planteó en en el año 2010 una batería de propuestas que perseguían precisamente ayudar a las mujeres a lograr su inclusión en el mercado laboral y sortear las barreras salariales y de desigualdad con las que lidian en muchos casos cada día.