La acogida y atención primaria de personas individuales y familias con necesidades económicas es el objeto del convenio que, aprobado el pasado 8 de abril por el Consejo de Gobierno, ha suscrito esta semana la consejera de Asuntos Sociales e Igualdad, Rabea Mohamed, con Manuel Gestal, representante de Cáritas Diocesana de Ceuta. Se trata de un acuerdo de colaboración que la Ciudad financia con 190.000 euros, 20.000 más que en 2015.

Además de proporcionar alimentos a los usuarios de la entidad, también es objeto de este convenio atender otras necesidades básicas de los asistidos y luchar contra la exclusión social, para lo que se contempla la realización de talleres de ayuda a menores con dificultades de aprendizaje, apoyo en el aprendizaje de la administración de la economía familiar, y gestión de recursos para usuarios con problemas en su gestión familiar.

De forma más concreta, esta colaboración Ciudad-Cáritas Diocesana de Ceuta permite atender necesidades de alimentación, productos de higiene personal y doméstica y gastos como el abono de facturas de luz, agua, alquiler, hipotecas, pensiones y hospedajes de urgencia; sufragar necesidades de farmacia, desplazamientos por razones médicas, butano, material escolar y ropa; y conceder microcréditos para la puesta en marcha de negocios que permitan el autoempleo.

Todo esto forma parte del Proyecto de acogida y atención primaria a personas o familias asistidas por la red de Cáritas parroquiales, proyecto que esta organización, vinculada al Obispado de Ceuta, se compromete a desarrollar con los 190.000 euros aportados por la Ciudad apoyando la coordinación de la propia red, dando atención directa, información y orientación a los beneficiarios, a los que derivará según cuál sea su situación y necesidad; visitando domicilios y haciendo las entrevistas oportunas; tramitando y gestionando las ayudas técnicas y necesidades de urgencia; coordinándose con otras entidades para fomentar el trabajo en red; entregando con carácter mensual una bolsa de alimentos a las familias necesitadas que sean usuarias; y asistiendo económicamente a los beneficiarios del convenio en el pago de los diferentes recibos de servicios y necesidades básicas a los que no puedan hacer frente por sus propios medios.