El candidato a la Presidencia de la Ciudad de los socialistas ceutíes, Juan Gutierrez, además de darse un baño de cariño de sus compañeros junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha aprovechado para ahondar en la contraposición de su modelo de la ciudad con el del PP. Sí, ha insistido en la ciudad dual que lega Vivas, con un centro al que no le falta un detalle y una periferia llena de carencias. Pero también ha dibujado en abstracto que los socialistas quieren “una ciudad justa, solidaria, diversa y en el futuro y no la Ceuta en blanco y negro de Vivas”. Y más adjetivos: “ciudad moderna, justa, solidaria, inteligente, sostenible, segura y sin barreras sociales”. Esa es la Ceuta que ha dibujado Gutiérrez. En qué se traduce eso será cuestión de tiempo comprobarlo cuando presenten su programa.

De momento ahondan en otro mensaje, el PSOE sí mantiene “a raya a la ultraderecha. De verdad. No como Vivas que a las primeras de cambio pactó con la ultraderecha y sólo nuestra generosidad salvó a Ceuta de VOX. Porque lo hicimos por el interés general no por otra cosa”, ha reivindicado Gutiérrez.

Y más mensajes. Algunos en positivo: “El PSOE es el único partido capaz de promocionar el cambio que quieren los ceutíes”. Y el mismo en negativo: “Ceuta necesita un cambio después de 22 años encerrados en el cortijo de Vivas y mirando con envidia al otro lado del Estrecho y viendo los servicios que allí disfrutan. Es hora de airear el Palacio Autonómico”. Cambio. Cambio. Cambio.

Y cómo no, la ciudad desigual en lo territorial como paradigma de lo que ha hecho Vivas en 22 años y lo que quiere cambiar el PSOE. “Hay desigualdad en los barrios. Es una crítica que está más que justificada y salta a la vista. A Vivas le saca de sus casillas que lo digamos, por eso luego sale a decir que ha invertido no sé cuántos millones que no se ven por ningún lado. Que todo el mundo vea una ciudad dual, menos el PP deja claro cuál es el problema”.

Gutiérrez ha dejado claro hoy que no está en contra de invertir en el centro, pero con cierta proporción cuando hay barrios con tantas carencias. Como paradigma, ¿cómo no? Las farolas de la Gran Vía a 72.000 euros cada una, “mientras en los barrios tienen que mendigar luminarias y mobiliario urbano”.

“Esto no se va a corregir el problema con ellos. Están viciados, son conformistas y continuistas”, ha apuntillado Gutiérrez, que ha vuelto a invitar al presidente a pasear por cualquier barrio, como hacen él y su equipo de forma constante escuchando a los vecinos después de encontrárselo este martes por el Revellín.

Gutiérrez ha presumido además de equipo, de personas humildes como él, “jóvenes y comprometidos, que llevan meses pateando esta ciudad, hablando con sus vecinos y escuchando sus necesidades”. Un equipo y una militancia a los que ha insistido en que son parte central de la política y los ha reclamado como activistas del cambio, y los ha instado a aprovechar y esforzarse para hacerlo la oportunidad de “echar a Vivas” que se abre el 28 de mayo.