Juventudes Socialistas de Ceuta (JSCE) ha criticado este miércoles que las últimas medidas anunciadas por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, "nos devuelven al sistema de nuestros abuelos, con el endurecimiento de los requisitos para acceder a una beca y la implantación de la reválida en todos los niveles educativos". A su juicio, estas medidas son "un verdadero ataque a los estudiantes" al considerar que "el endurecimiento de los requisitos para acceder a una beca dejará sin ellas a miles de jóvenes que las necesitan".

Para la organización juvenil, el requerimiento de una nota media de un 5,5 para el próximo curso, y de un 6,5 para dentro de dos, sumado al incremento de superación de créditos hasta llegar al 100% en dos cursos para volver a optar a una beca, "supone una barbaridad que hará que la mayoría de estudiantes no puedan optar a una beca".

Según el punto de vista de JSCE, “este recorte en becas y la subida de tasas universitarias, dejará a los estudiantes con menos recursos sin la posibilidad de acceder a la universidad. Supone una vuelta atrás que no vamos a tolerar”. “Si Wert se empeña en cargarse las becas", han añadido los de Mayda Daoud, "se acabará encontrando con la paralización de las universidades en otoño. Será la mejor manera de que Wert entre en la realidad de los estudiantes”.

En este sentido, Juventudes también ha denunciado que “hacer devolver una beca a aquellos estudiantes que no superen el 50% de los créditos es inaceptable, una medida propia de otro tiempo, una cacicada de quien sólo sabe igualar a la baja y recortar derechos”.

"El examen de reválida que planea Wert en cada nivel educativo es una barrera segregadora que va directamente dirigida contra la igualdad de oportunidades de los alumnos", ha ampliado JSCE a través de un comunicado de prensa en el que ha advertido de que "la medida no tiene ningún objetivo diferente al de separarlos, dividirlos, hacer categorías según su capacidad".

“Plantear una reválida segregadora es grave, pero hacerlo en la educación obligatoria es un ataque directo al derecho a la educación, una medida de dudosa constitucionalidad", ha concluido Juventudes, que estima que “la obsesión del ministro es un oscuro deseo de volver al pasado, a que sólo estudien unos pocos privilegiados”.