El ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, ha explicado al fin en un comunicado que el origen de la crisis entre el reino alauí y España «no está limitada al asunto” del líder del Polisario, Brahim Ghali, “ni terminará con su partida». El «fondo de la crisis estaría en las segundas intenciones hostiles de España con respecto al Sáhara”, una “causa” que Marruecos advierte que considera «sagrada».

Pese a negar que la acogida por cuestiones humanitarias del líder del Frente Polisario, para Nasser Bourita, “España ha recibido en su territorio, de manera intencionada y de forma fraudulenta y oculta, a una persona procesada por la justicia española por denuncias presentadas por víctimas de nacionalidad española y por hechos cometidos en parte en suelo español”. 

Pero los problemas con España, dice Bourita, van más allá “de un hombre”, señalando supuestas “actitudes hostiles y las estrategias perjudiciales de España hacia la cuestión del Sáhara marroquí” y se ha revelado "la connivencia de nuestro vecino del norte con los adversarios del Reino para socavar la integridad territorial de Marruecos”.

Pérdida de confianza

“¿Cómo, en este contexto, puede Marruecos volver a confiar en España? ¿Cómo podemos saber que España no volverá a conspirar con los enemigos del Reino? ¿Puede realmente Marruecos contar con que España no actuará a sus espaldas?¿Qué garantías de fiabilidad tiene Marruecos hasta hoy? De hecho, esto equivale a plantear la siguiente pregunta fundamental: ¿Qué busca realmente España?», pregunta Bourita.