Un militar, un policía y un espía


Un militar, un policía y un espía
-Bermúdez dijo a EEUU que Al Qaeda atentó en Casablanca al no poder hacerlo aquí Ceuta ha aparecido, hasta ahora, cuatro veces en el marco del ‘Cablegate’

Érase una vez un militar, un policía y un espía. No es un chiste, es la población de Ceuta. Al menos según la describieron al Departamento de Estado norteamericano sus diplomáticos en España tras hablar con el juez Javier Gómez Bermúdez, que ha pasado por aquí un montón de veces y que tiene una experta en la ciudad autónoma muy cerca, a su vera, su esposa, Elisa Beni, que fue directora de ‘El Faro’.

La frase forma parte de una de las alusiones a Ceuta que han aparecido en la pequeña parte ‘desclasificada’ por Wikileaks de esos 250.000 ‘cables’ diplomáticos que los de Julian Assange y los diarios más importantes y prestigiosos del mundo llevan difundiendo desde hace semanas para disgusto de Washington y de quienes han tratado con ellos en todo el mundo.

La ‘mayor filtración de la historia’ no ha desvelado hasta ahora nada que no se supiese o se intuyese. A nadie puede extrañar que la primera potencia mundial considere el Estrecho como una de las 300 áreas de superior importancia estratégica para sus intereses.

Tampoco que, en plena efervescencia islamista, a Estados Unidos le disgustase la liberación del ceutí Abselam Abderrahaman, conocido durante meses como el ‘talibán español’, después de no darse por válidas las pruebas ni los testimonios sobre su caso recogidos en Guantámano, donde el del Príncipe pasó recluidos dos años.

Más chicha debe de tener, y tal vez por eso no se ha dado a conocer íntegro, el informe secreto remitido al otro lado del Atlántico sobre el peligro de que los terroristas de Al Qaeda atentasen en alguna de las dos ciudades autónomas.

Según las informaciones difundidas por EL PAÍS, Estados Unidos tenía miedo de veras de que ocurriese. En un informe fechado el 10 de marzo de 2009 el segundo diplomático de la embajada en Madrid, Arnold A. Chacon, dejó claro que España seguía siendo objetivo de Al Qaeda cinco años después del 11-M.

El texto reproduce una comida privada con el juez en el que este asumía que “un ataque podría ocurrir cualquier día”, aunque redujo el riesgo de que fuese precisamente en las dos ciudades. “De cada tres personas que encuentras en Ceuta y Melilla una es militar, otra policía y la tercera espía”, comentó el magistrado.

Gómez Bermúdez fue más allá y aseguró que los atentados en Casablanca de 2003 se ejecutaron allí porque “los yihadistas no podían hacerlo en Ceuta y Melilla”.

La cuarta referencia a la ciudad autónoma difundida hasta ahora en el ‘Cablegate’ alude a la visita de los Reyes y pinta la pataleta marroquí casi como un gesto para la galería. Las relaciones eran “tan buenas”, interpretó Estados Unidos desde Madrid y Rabat, que el “electoralista” gesto de Zapatero, epíteto rechazado por Vivas rotundamente, no hizo llegar la sangre al río.

Un militar, un policía y un espía


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