El PP ha aprobado en solitario este miércolesn en el Pleno la cuenta general de la Ciudad del año pasado, documento contra el que han votado todos los grupos de la oposición por cuestiones "de forma y de fondo". Según ha detallado la consejera de Hacienda, Susana Román, el activo y pasivo consolidados de la Administración local ascienden a 618.671.765 euros, un 28% más que en 2014; un 70% del activo consolidado corresponde al inmovilizado; y un 47% del pasivo consolidado lo forman fondos propios (un 28%, las deudas a largo plazo –en 2014 era un 41%-; y un 25%, las deudas a corto –en 2014 era un 32%).

En resumen, para el Ejecutivo de Vivas la contabilidad de la Ciudad está “razonablemente saneada”, tiene una estructura presupuestaria “sólida” y refleja unos gastos “adecuados y equilibrados” a los ingresos, ha subrayado la consejera de Economía, Hacienda y Administración Pública.

La consejera ha precisado que el incremento del activo y pasivo consolidados responde "ajustes contables consecuencia de la aplicación del nuevo plan de contabilidad, que ha introducido cambios importantes en la composición de las partidas" y ha reconocido que los ingresos consolidados cayeron el año pasado un 2,7%, pasando de 254 a 247 millones, como consecuencia de "la crisis".

En paralelo, los gastos consolidaron cayeron un 7% y se quedaron en 222 millones, con lo que el ahorro se acercó a 20 millones, 3,4 más que en 2014. La razón ácida, "que refleja la capacidad para cancelar las obligaciones corrientes sin echar mano del inventario" de la institución, está en 1,10 cuando el "nivel óptimo" es 1; y la razón dendeudamiento (cociente entre deudas a largo y a corto y el total de activos), en un 0,53%, "en el umbral considerado óptimo, que va del 0,4% al 0,6%".

Ninguno de los argumentos del Ejecutivo han convencido a los portavoces de los distintos grupos de la oposición. El socialista José María Más ha criticado el retraso acumulado en la tramitación del procedimiento ("los plazos están para cumplirlos"), ha efectuado varios reparos de naturaleza técnica sobre las provisiones o el inmovilizado y ha cuestionado que "no vemos oportuno que el segundo mayor gasto de la ciudad sea la recogida de basura, casi un 10% del total, cuando el de Vivienda es un 0,22% y las ayudas sociales, un 5,1%".

Más agrio se ha mostrado el portavoz de Caballas, Juan Luis Aróstegui, que ha tildado de mamarrachada" la propuesta del Gobierno, a su juicio "inaprobable" porque "este documento es lo más lejano posible de la esencia de la contabilidad, que debería dar una imagen fiel y refleja del estado de la institución".

Además, el localista ha hecho hincapié en que "esta cuenta general impugna su propio discurso cuando dicen que destinan 60 millones de euros al año a políticas sociales cuando aquí, en lo que van a aprobar, dice que son 11 millones, personal incluido". "Hace falta un cambio político de prioridades, de gasto y de presupuesto porque malgastan mucho dinero en cosas innecesarias y desatienden lo que realmente se necesita: solucionar las necesidades de miles de familias, el paro, la pobreza, la falta de infraestructuras en las barriadas y la escasez de vivienda", ha reivindicado.

Fatima Hamed (MDyC) ha justificado el no de su formación en que "no podemos aprobar su inexistente política que nos condena a deuda, desempleo y desequilibrio social en una ciudad tan necesitada de todo lo contrario". "Son unas cuentas que no contemplan un proyecto de ciudad para el futuro porque no la tienen", ha reprochado al PP. Por su parte, Javier Varga, de Ciudadanos, ha denunciado que el Gobierno de Vivas parece tener como objetivo "gastarse el dinero por el mero hecho de hacerlo" y ha criticado que se confunda el "cumplimiento de objetivos" con la simple "ejecución del gasto".

La consejera ha admitido un “pequeño” retraso "de cuatro días" en la aprobación del documento y ha defendido que lo sometido a votación "no son los presupuestos sino un documento técnico que refleja cómo se ha gastado el dinero". No obstante, ha admitido que tanto en el reflejo patrimonial de la Ciudad como el cómputo de ingresos pendientes de cobro, que en algunos casos se remontan hasta hace más de veinte años, se ha iniciado un trabajo de revisión por parte del personal funcionario.

“Una cosa es en qué se gasta y otra si se justifica en qué se gasta”, ha rebatido a la oposición, ante la que ha puesto de relieve que "ni el Tribunal de Cuentas ni la Administración General del Estado, a fecha de hoy, ha puesto jamás un reparo a las cuentas generales de la Ciudad, ni está vez ni en las ocasiones anteriores; no estará tan mal hecho”.