Sampietro: "Yo salí indemne del caso Bermúdez y Moro está acusado con dos años de cárcel"


Sampietro: "Yo salí indemne del caso Bermúdez y Moro está acusado con dos años de cárcel"

En 1999 el fenómeno GIL llegó a Ceuta y se quedó a tan sólo 50 votos de lograr la mayoría absoluta. Tras esos comicios se inició uno de los períodos más apasionantes de la vida política en Ceuta, incluyendo tránsfugas, traiciones y dos votos de censura en apenas dos años. Un proceso en el que uno de los protagonistas principales fue Antonio Sampietro, fundador del GIL en Marbella y uno de los primeros concejales de Urbanismo en la ciudad de la Costa del Sol al lado de Jesús Gil. Todas sus vivencias tanto en Marbella como en Ceuta las relata en el libro ‘Marbella: Principio y fin del Gilismo. Intermedio cubano. Ceuta: Un viaje de ida y vuelta’, publicado por Ediciones Ceitil, y que el propio Sampietro presentará este miércoles a las 18:00 horas en La Sala Café Club. El ex presidente ha repasado con Ceuta al Día parte de su actividad política en Ceuta antes de su regreso a la ciudad que gobernó durante más de un año.

-¿Por qué se decide a escribir este libro?

-Yo participaba en unas tertulias en Localia TV, en unas tertulias políticas, y allí estaban Paco Moyano y Agustín Hervás. En los entresijos y antes de empezar las emisiones siempre hablábamos de política, y preguntaban por Ceuta, y por mi vida. Dijeron: “Tú tienes una vida muy polifacética. Has pasado por la política aquí, San Pedro, te has ido a Cuba, tienes para escribir un libro”. Y yo tenía ganas, para dejar constancia de mis diez u once años que me he dedicado a la política, un poco por respeto a la gente que me votó en su momento, tanto en San Pedro como Ceuta. De ahí surgió la idea, lo que pasa es que el libro lo terminamos hace dos años, justo antes de que saliera la Operación Malaya. Yo en ese momento claro que conocía muchas historias, pero no iba a ser el primero en lanzar la piedra porque me hubiesen llovido las querellas. Era del género idiota decir que yo en un libro iba a explicar la Operación Malaya. Eso me fastidió, porque creí que perdía interés, así que decidimos colgarlo en Internet y el que lo quiera leer que lo lea. Fue colgarlo en Internet y tanto en Ceuta, como en Marbella, en Madrid y en muchos sitios de la Costa del Sol creció el interés por el libro, y hablando un día con Iván Chaves, dijo que estaban dispuestos a editarlo y yo encantado. Y esa es la historia.

-Porque ahora, apartado de la vida política, a que se dedica…

-Vivo en mi casa, me dedico a escribir, a guardar cosas, ponerlas en limpio, a disfrutar de mis nietos, y pocas cosas, porque estamos en una crisis en la Costa del Sol que no hay mucho trabajo que digamos, y menos en el sector de proyectos, que es donde me he movido yo toda la vida. Estoy un poco medio de vacaciones

-Muchas personas criminalizaron la etapa del GIL en Ceuta, pero algunos de sus integrantes son figuras destacadas que antes el PP atacaba con virulencia y que ahora ocupan puestos en el actual Gobierno. ¿Siente que fue una víctima de esa etapa y en cambio otros se han beneficiado?

-Totalmente. Parte de escribir el libro es por eso, porque me sentí criminalizado desde el primer momento, muy perseguido en Ceuta, no se me perdonaba nada. Y hay gente que estando en el grupo GIL ha pasado al Partido Popular y parece que nadie se acuerda, pero la gente tiene memoria, y hay muchas personas en cargos importantes en el actual Gobierno que parece que nadie se acuerda que pertenecieron al GIL. Yo en todo momento he sido muy respetuoso con la gente que me votó, y por eso nunca quise cambiar de partido. Otro motivo también para escribir el libro era explicar a la gente que en el GIL había mucha gente seria, que no todos eran chorizos, que los primeros sorprendidos fuimos nosotros. Igual que hay gente que participó activamente en la política, hubo mucha gente que votó, me refiero en Ceuta y en Marbella. Allí en cuatro legislaturas consecutivas se le dio mayoría absoluta al grupo GIL y por lo tanto había entre 15.000 y 20.000 personas que confiaron en el proyecto, como confié yo en su momento, y como me partí el alma y corazón por defender a la ciudad de Ceuta. Y por ese respeto he querido que al menos quede alguna constancia de esa historia que yo recuerdo con mucho cariño, agrado y con mucho respeto al ciudadano de Ceuta.

-Dice que los primeros sorprendidos fueron ustedes mismo, sorpresas que también se dieron en Ceuta…

-Sí, claro. En Ceuta tenía muchos lobos con piel de cordero. De ahí que hayan desaparecido. Me refiero al señor Simarro y su equipo y la historia del Revellín y todo lo que lo envolvía, con poderosos intereses urbanísticos, que parecía mentira que eso pudiera existir en Ceuta. Lo que está claro es que cuando yo voy a Ceuta no tengo ni primos, ni hermanos, ni tías, no tengo a nadie, a nadie. Yo estaba solo en Ceuta, por lo que no podía favorecer a nadie porque no conocía a nadie. La realidad fue que había lobos con piel de cordero que estaban esperando la oportunidad para enriquecerse.

-¿Cuál fue el caso que más le sorprendió de esa gente que luego le traicionó?

-Me traicionaron unos cuantos. Simarro orquestó y lo organizó con el delegado del Gobierno para buscar un número suficiente de consejeros para prescindir del PDSC. Cogieron a cuatro o cinco del grupo GIL, pensando que con el PDSC les pudiera salir mal la jugada. Ahí esa escisión y no hay más que contar.

-En el libro habla de persecución por parte del delegado del Gobierno, incluso que cuando cogía el barco le preguntaban dónde iba...

-Eso es cierto. La Guardia Civil y el Servicio de Información trabajaban para el Gobierno y tenían órdenes de saber dónde iba yo. Cada vez que salía con el coche me preguntaban dónde iba y yo inocente les contestaba. Esa información pasaba al delegado del Gobierno, hasta que llega el momento en que pregunto por qué tanto interés y me dicen que hay que suministrar información al delegado del Gobierno y que pensaban que yo lo sabía, que esa información iba a Madrid. Yo cada vez que iba a Madrid no me movía del hotel con tal de que no se me tendiera una trampa.

-¿Y por qué no lo denunció?

-Denuncia al poder a ver si es delito. Lo único que digo es que yo he salido de Ceuta con la cara muy alta, del único tema que se me puso de Susana Bermúdez salí indemne, y el delegado del Gobierno está acusado con dos años de cárcel. Ahí está la historia de cada uno, dónde está el delegado del Gobierno. Yo voy a Ceuta a firmar libros y a saludar a todos los caballas.

-¿Le sorprendió que se investigase y se llevase a juicio el asunto de Susana Bermúdez y no en cambio otros casos como la Manzana del Revellín o el contrato de Urbaser?

-Lo que está claro es que en este país o eres del PP o del PSOE. Fuera de esos partidos leña al mono y molestan todos. Se protegen entre ellos mismos. El caso Malaya en Marbella ha sido un escándalo pero a partir de ese momento comenzaron a aparecer miles de casos en la costa mediterránea, pero se han ido tapando. Lo del Revellín nunca se hubiese investigado porque estaba protegido por el delegado del Gobierno. Por mucho que Aróstegui y el PSPC investigue y ataque, nada, papel mojado.

-Ni tampoco se ha investigado la implicación de usted denuncia de Urbaser en su derrocamiento…

-Nada, ni el caso de Aída Piedra. Es que hay mucha diferencia entre las dos mociones de censura. Muchísima diferencia. Una la hace un señor con una militante socialista, con el apoyo del 99 por ciento del pueblo, que estábamos a 50 votos de tener mayoría absoluta, y era un clamor. El día que nombran a Fortes presidente yo salgo por la puerta con 5.000 personas en la calles. La moción de censura de Aída Piedra es comprada con intereses, cinco del GIL, los del PP, apoya el PSOE, un cachondeo, quitan a Fortes y ponen arriba a Vivas que va de cinco, eso sí que fue una tomadura de pelo y no se investiga.

-En el libro también cuenta que el día que detienen a Mario estaba invitado a comer en su casa…

-Mario tenía mucho interés en invitarme a un cus cus que hacía los viernes. Yo no lo conocía , tenía referencias, sabía de él a través de Simarro, luego me enteré que tenían muchos intereses comunes, y el día que accedí a ir a su casa cuando llegó la hora, el santo me iluminó y decidí que no se me había perdido nada, que ponía cualquier excusa y no iba. Esa misma tarde los GEOS saltaron la casa. Él tenía intervenido el teléfono por el delegado del Gobierno, y dijeron, coño, cojonudo….

-¿Sintió en algún momento que por llegar de fuera, no conocer a nadie, motivó en parte que sus compañeros no le viesen como algo propio y comenzasen esas fricciones en el seno del GIL?

-No sé, quizás la culpa también fue de los mismos del GIL, que había gente nada fiable. La realidad es que nadie procedía de la política, el único el ambicioso del estanquero. Ese sí, había estado en el PSOE y tenía unos celos que se lo comían. Los demás no tenían historia política. Yo no conocía a nadie, pero sí me pase un año y medio antes de las elecciones conviviendo mañana, tarde y noche con todo el mundo, y hable con toda Ceuta y fui casa por casa. Pero la condición humana es muy difícil de saber cuales son las intenciones.

-En el libro habla de la ambición de Paco Torres. ¿Fueron esas ambiciones personales las que acabaron con el GIL en Ceuta?

-Paco Torres fue una de las personas que utilizó Simarro para minar poco a poco. Era muy celoso, y estaba siempre protestando, descontento, y como era muy amigo de Susana, y de Aída, lo utilizaron para ir minando y por allí empezó. Necesitaban cinco o seis personas porque no contaban con el PDSC.

-Casi diez años después de todo aquello, ¿se arrepiente de algo?

-Claro. Conociendo la situación a posteriori sí que hubiese cambiado cosas. Una cosa que fue clave fue aceptar la dimisión de Gaitán de Ayala, que iba de doce y le permitimos que dimitiese para consolidarse como director general, y ahí entró Aída. Una vez firmada la primera moción de censura contra Fortes ella estaba libre, y fue lo que utilizaron contra mí.

-¿Fue esa traición de una colaboradora cercana lo que más le dolió?

-Claro. La traición está muy mal vista, Roma no paga traidores, y de ahí está que nadie sabe por donde anda. Esa es una cosa, quizás la lista la hubiese cambiado un poco más, pero yo tenía un frente muy difícil, contra el Gobierno, contra todo, contra la prensa incluso.

Antonio Sampietro presentará ‘Marbella: Principio y fin del Gilismo. Intermedio cubano. Ceuta: Un viaje de ida y vuelta’ el miércoles a las 18:00 horas en La Sala, en el Poblado Marinero, y posteriormente firmará ejemplares en la caseta de Ediciones Ceitil en la Feria del Libro.

Sampietro: "Yo salí indemne del caso Bermúdez y Moro está acusado con dos años de cárcel"


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