Vivas ha achacado de nuevo la desviación del Capítulo I del presupuesto a los compromisos adquiridos para mejorar las retribuciones. Es decir, la culpa de nuevo recae en los sindicatos, sin hacer mención a la realidad palpalbe de que el Gobierno destinó tan sólo un euro para pagar las nóminas del personal temporal durante todo el año. Según Vivas, la desviación actual quedará subsanada con la modificación de expediente de crédito pendiente de su aprobación en pleno, y que procede del superavit del ejercicio pasado.
Además, y hablando sobre los compromisos para el incremento del 66 por ciento del específico en las pagas extraordinarias, el presidente ha declarado que los problemas no son "de que exista o no consignación presupuestaria", sino de "si es legal o no". La Ciudad todavía tiene un año de plazo para cumplir con el compromiso del EBEP de catorce pagas íntegras para los trabajadores públicos, un objetivo que según el presidente se alcanzará durante el próximo presupuesto.