Ágora (de Alejandro Amenábar)


Ágora (de Alejandro Amenábar)
Ya he visto “Ágora”, la película de Amenábar que ha generado alguna polémica y la pertinente teoría de la conspiración desde la caverna católica. He de decir que me ha gustado en términos generales, la ambientación cuidadísima y cuida detalles tales como la diferencia cultural que implicaba el uso del “codex” frente al empleo del [...]



Ya he visto “Ágora”, la película de Amenábar que ha generado alguna polémica y la pertinente teoría de la conspiración desde la caverna católica. He de decir que me ha gustado en términos generales, la ambientación cuidadísima y cuida detalles tales como la diferencia cultural que implicaba el uso del “codex” frente al empleo del “volumen” como soporte para la escritura.

Amenábar mantiene que es una película contraria a todo fanatismo. Efectivamente es una película en la que se muestran actitudes violentas y fanáticas de los diferentes grupos religiosos que cohabitaban en la Alejandría bajoimperial. Ello no quiere decir que haya detalles, como la “uniformación” de los grupos que no me hayan parecido una exagerada licencia de autor.

Ahora se escribe mucho sobre Hipatia y sobre Cirilo. Evidentemente todo lo que ahora se diga tiene mucho que ver con la polémica generada por “Ágora”. Sobre los hechos citaré lo escrito por Ramón Trevijano, autor de Patrología, manual de esta materia encargado por la Conferencia Episcopal a la BAC para ser empleado en la enseñanza en los seminarios (Madrid, 1997, página 225):

Según la tradición, Cirilo nació entre 375 y 380. Acompañó a su tío Teófilo, obispo de Alejandría desde el 385, al “Sínodo de la Encina”, que depuso a Crisóstomo (403). Le sucedió en la sede de Alejandría el 412. Lo mismo que su tío, no andaba falta de energía y sí, a veces de escrúpulos en la prosecución de sus fines. […] La vehemencia de sus ataques a la supervivencia del paganismo tuvo algo que ver con el linchamiento de la filósofa neoplatónica Hipatia por un escuadrón de fanáticos el 415, aunque sería injusto imputarle este crimen.

El personaje de Hipatia me parece demasiado hierático y tiene un exceso de corrección política. Como persona formada en la Filosofía me parece que se muestra lo que sí era un pensamiento puramente teórico, mientras que su pensamiento “práctico”, es decir, su pensamiento político está completamente estancado en un empeño por la conservación social.

En el fondo lo que creo que más duele es la destrucción de un mito que describe al Cristianismo antiguo y primitivo como víctimas, como bondadosos predicadores perseguidos por hombres cegados por el odio y llevados por la lasciva hacia las hermosas cristianas (muchas películas clásicas tienen este argumento). El Imperio Romano era una sociedad compleja en la que una religión no podría imponerse a las demás sin emplear ni la política, ni medios inconfesables, ni situaciones bochornosas que ahora simplemente se niegan o se esconden.

Posted in Cine, Filosofía, Historia, Iglesia Católica, Religión

Posted originally: 2009-11-20 12:00:48

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Ágora (de Alejandro Amenábar)


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