Aprender a cantar incrementa la actividad sináptica y promueve cambios estructurales en el cerebro, según indica un estudio sobre jóvenes pájaros cantores. El trabajo científico, publicado en la revista
Nature, ayuda a establecer la función física del aprendizaje y la memoria y sugiere el mecanismo neuronal por el cual los más jóvenes aprenden comportamientos culturales imitando a sus semejantes adultos.