Europa vive instalada desde hace semanas en ese hueco en suspenso del 'todavía no'. La UE va asimilando que Grecia no es capaz de cumplir con sus compromisos, pero sigue demorándose en la solución del acertijo en que se ha convertido
la crisis fiscal griega. El comisario europeo Olli Rehn anunció ayer una nueva estrategia en dos fases: en primer lugar, activar el quinto tramo de la ayuda aprobada hace más de un año, 18.000 millones más a cambio de que Atenas apruebe
un nuevo paquete de austeridad que ha puesto al Gobierno contra las cuerdas.