La economía chilena ha logrado navegar con las velas desplegadas tras encajar el impacto de un punto porcentual menos de crecimiento por
el terremoto del pasado 27 de febrero , el quinto de mayor intensidad en el mundo desde que hay registros. Las proyecciones oficiales indican que este año el producto interior bruto (PIB) crecerá un 5% y en 2011 lo hará un 6%, pero las huellas del seísmo son todavía visibles en muchas ciudades y pueblos de la zona centro y sur del país. Además, la tardanza en la reconstrucción ha generado protestas aisladas en diferentes localidades.