Durante el fin de semana he visto dos películas que han triunfado, en el mundo de los premios cinematográficos y las nominaciones a estos: La cinta blanca y El secreto de sus ojos.
La primera, alabadísima por concienzudos críticos, me pareció aburrídisima a pesar de que muere hasta el apuntador o precisamente por ello. Lenta, sin ritmo, se recrea en su fotografía y en algunos estereotipos sin demasiado matiz. Esta película alemana, nominada al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa, tiene todos esos elementos culturetas que tanto encantaron a una generación excesivamente enajenada por el cine sueco. Lo de los orígenes del fascismo que dicen los críticos que narra esta película, sinceramente, me parece una sobreinterpretación.
La segunda ha sido El secreto de sus ojos. Guión esplendida y ágil, con interpretaciones y caracterizaciones soberbias. Un caso de asesinato, unos personajes (funcionarios judiciales) que se desprenden de lo anodino que a priori pudieran tener para transformarse en articuladores de una historia de las que te tiene pegado al asiento. Investigación y sensibilidad, una mezcla que produce eso que llaman empatía y amor al cine.
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Posted originally: 2010-04-27 10:30:28