No hay ninguna duda de que los reality shows constituyen el opio televisivo del siglo XXI. Las cifras de audiencia confirman que observar desde nuestros cómodos sillones cómo sufren o triunfan otras personas de carne y hueso parece más atractivo que la mayoría de propuestas de ficción. Y entre todo el repertorio que ofrece la "telerrealidad", los musicales y programas de talento suelen ser los caballos ganadores (salvo contadas excepciones).
Uno de los programas que más éxito ha cosechado bajo este formato es Got Talent, iniciado en Reino Unido y posteriormente exportado a decenas de países. E...