Un colchón extendido sobre un altillo de cemento, un plato de ducha, un retrete, un lavabo de acero inoxidable, un cajón metálico para la televisión, una ventana y dos puertas. Así es la celda que Jaime Giménez Arbe, «el Solitario», ocupa desde el 26 de julio de 2007 en la cárcel portuguesa de máxima seguridad de Monsanto, con traslados intermitentes a prisiones españolas para ser juzgado de la treintena de atracos a bancos que se le atribuyen.
Su última «expropiación forzosa», como él denomina a los asaltos, ocurrió en Toro (Zamora) el 18 de mayo de 2007, un par de meses antes de que lo detu...