Fantasías moradas


Fantasías moradas
  Un estallido de color llena la Gran Vía y el Revellín: petunias moradas, furiosamente violetas decoran los maceteros dromedarios  del centro de mi ciudad. Las flores las  cambian semanalmente, son flores temáticas, con  vida efímera según el criterio del asesor del asesor del técnico del jardinero.. Me gusta el violeta, es el color de [...]

 

Un estallido de color llena la Gran Vía y el Revellín: petunias moradas, furiosamente violetas decoran los maceteros dromedarios  del centro de mi ciudad.

Las flores las  cambian semanalmente, son flores temáticas, con  vida efímera según el criterio del asesor del asesor del técnico del jardinero..

Me gusta el violeta, es el color de las revoluciones feministas, de los atardeceres de Benzú y de  la novela de Montserrat Roig. Es un color que  me calma y me reconcilia con el mundo. Algunos  lo asocian a la espiritualidad, a los lirios de Van Gogh,  a la túnica del Medinacelli…

Si miro para arriba descubro que a las farolas, luminarias, del paseo les han colgado dos maceteros morados forrados de un raso brillante rematado con una especie de adorno oriental dorado. Llenos de flores malvas de plástico, de un plástico feroz y ofensivo que resalta más ante la naturalidad de las petunias de abajo.

Ese manto violeta nos cubre este abril primaveral en el centro del centro de mi ciudad.

Un poco triste, decepcionada, furiosa ya no, pienso que esta sublime horterada se  le ha ocurrido a alguien por aquello de la Semana Santa, para darle color y lustre a nuestras calles…

Siento el espíritu libertario de hace ochenta años aflorar por la avenida Sánchez Prados….. es catorce de abril, nuevamente primavera, todo anda violeta, se nota, se ve,  pero no es por la Semana de Pasión sino por la República.

 

 



Posted originally: 2011-04-14 19:33:44

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