Para la final de la Copa, Mourinho tiene claro que con un posicionamiento defensivo intermedio no tendrá éxito y buscará otras alternativas. Será quien tenga que volver a mover ficha, para encontrar algo diferente a lo de los dos primeros partidos del año.
En la primera vuelta de la Liga en Barcelona, apostó por el esquema que venía utilizando hasta aquella fecha, 1-4-2-3-1, con dos medios centros (Alonso y Khedira), un media punta (Ozil) y un punta (Benzema).
Fue ampliamente superado debido a que Messi venía mucho a recibir por dentro -entre líneas y entre espacios entre lateral y central-, y...