Pasadas las primeras veinticuatro horas desde que un devastador terremoto de 7 grados en la escala de Richter sacudiese Haití, las imágenes y los relatos de los primeros periodistas internacionales llegados a Puerto Príncipe dibujan una desoladora estampa de cadáveres apilados en las calles, supervivientes retirando escombros con sus propias manos para tratar de rescatar a los que permanecen con vida bajo los escombros, heridos que no encuentran hospitales donde poder ser atendidos y una población que trata de improvisar refugios donde aguardar la llegada de ayuda humanitaria.
"Hacerse paso ...