Rached Bel Arbi, el segundo por la izquierda, quedó paralítico tras recibir en enero un balazo de la Policía tunecina en la espalda - T. D.
La libertad en Túnez sí ha tenido un precio para Choukri Riahi: su pierna derecha y su amor por la vida. La desgracia salió al paso de este joven de 28 años el 14 de enero en Zaghouan, a cien kilómetros de la capital, donde participaba en una manifestación ante una comisaría. Uno de los agentes lanzó una bomba de gas lacrimógeno contra él. Su reacción fue coger como pudo la bomba y tirársela de nuevo a los policías. Uno de ellos sacó entonces su arma y le descerrajó varios tiros en ambas piernas.
Posted originally: 2011-11-06 08:00:00