Los hombres son de Marte…


Los hombres son de Marte…
    Alguien me regaló este libro cuando yo tenía aún esperanzas de entender al sexo masculino.  Reconozco que los cambios de humor, los silencios, las huidas hacia adelante o atrás me producían una sensación de vacío terrible. Y ante mis preguntas, mi pareja de entonces, no hacía más que encerrarse en si mismo. El mundo masculino era [...]


 

 

Alguien me regaló este libro cuando yo tenía aún esperanzas de entender al sexo masculino.

 Reconozco que los cambios de humor, los silencios, las huidas hacia adelante o atrás me producían una sensación de vacío terrible. Y ante mis preguntas, mi pareja de entonces, no hacía más que encerrarse en si mismo. El mundo masculino era inexplicable y el muro de indiferencia que él levantaba para mi era terriblemente doloroso.

 Así que me dió por leer, al menos para tratar de entender ese laberinto. El libro, está bien, muy bien, da razones y explicaciones válidas. Al final, la conclusión a la que llego es que somos distintos a la hora de expresar los sentimientos por cuestiones educacionales, se nos educa de manera diferente y luego pretenden que vivamos juntos toda la vida.

 Hablando lenguajes diferentes y con matices diferentes también.

Así que decidí de una manera pragmática, para conservar mi salud mental, que no trataría de entender a los hombres sino de aceptarlos y quererlos. Y si su educación le obligaba a hacerme daño saldría corriendo sin tratar de mejorar lo inmejorable.

Una manera de sobrevivir igual que otra.

 Hoy me llama una amiga a la que quiero mucho, vive lejos de la ciudad de los contrastes, nos conocimos hace más de veinte años. Yo la llamo Barbi, porque es una muñeca rubia de ojos azules, de cintura pequeña con glúteos y pechos generosos. Es divertida, tierna, desprendida, parece tonta (lo cual la hace terriblemente atractiva ante algunos hombres) pero no lo es. Es inteligente, buena profesional y una luchadora. Cuando entra a un espacio acapara todas las miradas masculinas… pero como diría mi abuela “ no tiene suerte con los hombres…”

Vive lejos de aquí, pero siempre me llama cuando está teniendo una ruptura amorosa, no lo hace para pedir consejo, las mujeres no buscamos soluciones cuando hablamos entre nosotras sino complicidad, así que la dejo que cuente, que blasfeme, que llore y que llegue a sus propias conclusiones, si quiere, claro.

 No juzgo, ni hago de hermana mayor, porque me parecería absurdo criticar a quien comente los errores que más o menos yo he cometido.

Es una monógama consecutiva que encuentra en el camino el mismo tipo de hombres con miedo al compromiso y a la entrega. Y con un egoísmo atroz. Que acaban chupándole las entrañas y dejándola desmadejada y sola.

Así que como no puedo darle soluciones, le digo lo que muchas veces a ella se le olvida, que es guapa, lista, buena, una estupenda profesional, una madre magnifica y una mujer comprometida con la vida… Entonces me dice que los hombres son de Marte… y se pinta la sonrisa de fucsia y se pone minifalda y sale a bailar.

 Y a mi me deja pensando el precio tan alto que estamos pagando las mujeres en estos tiempos.

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Posted originally: 2010-01-02 23:22:58

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Los hombres son de Marte…


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