La temporada de compras navideñas le fue bien a
Microsoft. Hasta el punto de que el gigante de Redmond se anotó unos ingresos récord por valor de 19.950 millones de dólares en el trimestre, un 5% más que hace un año. Pero ese resultado no habría sido tan bueno sin el
Kinect, el nuevo artilugio tecnológico que permite jugar con la consola Xbox sin mandos.