Mañana llevaré rosas, llevaré también pan: la palabra es el pan del alma y el cerebro, el   alimento  de las ideas y  el que da forma a los sentimientos.

Llevaré rosas porque será el 8 de marzo.

Para mi los 8 de marzo son especiales, no se me olvidan las mujeres que murieron asesinadas por su patrón mientras hacían huelga, pidiendo los mismos salarios que sus compañeros hombres, ni se me olvida el grito unánime de las que en la calle se manifestaban pidiendo pan y rosas…

Este día es un día para celebrar todo lo que hemos conseguido y para reivindicar lo que nos falta, no sólo a nosotras, las afortunadas que nacimos en occidente, sino a  todas las mujeres del planeta.

Mañana tengo dos invitaciones a dos actos distintos, donde la palabra políticamente correcta, el glamour, los premios, las felicitaciones y los besos se repartirán sin medida. Donde habrá quien se lo crea y quien no, pero también habrá compañeros y compañeras que piensen  que nuestro trabajo es necesario. Y está bien, nos da fuerzas..

Pero a primera hora de la mañana, representando a Digmun,  llevaré  rosas al Centro Penitenciario, llevaré rosas para las internas y les hablaré de la fábrica de Cotton de Nueva York, de la lucha de la mujer a lo largo de los años, del color violeta, color de la tela que dejaron de tejer al iniciar la huelga…Y les llevaré palabras de otras mujeres que vivieron la cárcel sólo por el hecho de querer votar.

Palabras de mujeres que buscaron un mundo más igual, más justo, más solidario, un mundo mejor.

Hablaré con ellas que andan privadas de libertad, que es algo que ha sido común en muchas mujeres a lo largo de la historia.

He vivido muchos 8 de marzo, he sido feliz en muchos de ellos, pero creo que éste especialmente será absolutamente pleno y lleno de gratitud hacia las que me oirán.

Posted originally: 2010-03-07 22:28:39