Que el periodismo está herido ya no es noticia, pero resulta paradójico que algunas de las herramientas que todavía le insuflan un hálito de vida sean a veces su principal enemigo. La CBS y la NBC, dos de las grandes cadenas estadounidenses, tuvieron ayer que pedir perdón después de que dos de sus cuentas de Twitter, una de gatillo rápido y la otra pirateada, soltaran sendas exclusivas falsas, que por supuesto se extendieron por la red a velocidad de vértigo. En España ya hemos vivido situaciones similares.
En el caso de la NBC, la cuenta, con 120.000 seguidores, estuvo descontrolada durante d...