Miguel Ángel Revilla (I). El relaciones públicas


Miguel Ángel Revilla (I). El relaciones públicas
Las normas institucionales de las Comunidades Autónomas suelen decir que el Presidente de éstas las representa. Normalmente la representación institucional es algo que se hace y se quiere hacer sumamente aburrido, soso y tan plano que da igual que no existiese. Podría arriesgarme a decir que un presidente autonómico debe tener mucho de relaciones públicas, especialmente [...]


Las normas institucionales de las Comunidades Autónomas suelen decir que el Presidente de éstas las representa. Normalmente la representación institucional es algo que se hace y se quiere hacer sumamente aburrido, soso y tan plano que da igual que no existiese.
Podría arriesgarme a decir que un presidente autonómico debe tener mucho de relaciones públicas, especialmente cuando el peso de la comunidad que presiden (en población, extensión y otros parámetros objetivos o políticos) no es muy grande. Uno tiene que vender lo suyo y más cuando es una PYME de la España autonómica. Los presidentes de Andalucía, Catalunya, Madrid, Comunitat Valenciana o Euskadi pueden permitirse ser los hombres y mujeres más aburridos y hasta desconocidos fuera de sus territorios, porque el peso político se los da la comunidad a ellos.
Es posible que pocas personas fueran de Cantabria supiera que el anterior Presidente fue, durante ocho años, Joaquín Martínez Sieso. Por el contrario muchísimas personas, la mayoría con un interés escaso en la política y su paisanaje, saben que el actual Presidente de Cantabria es Miguel Ángel Revilla, desplazando (con la inestimable colaboración del tiempo) el recuerdo de aquel señor apellidado Hormaechea.
Habrá quien piense que Revilla es un bufón político, pero para mí es un personaje fascinante. Desde que tomó posesión se hizo notar con un gesto de esos que tanto gustan: ir en taxi a La Moncloa y no dejar de hablar de la calidad de la anchoa de su tierra. Se hizo conocido en todo el país, puso a Cantabria en el mapa de muchas personas que no verían un programa sobre política cántabra en la vida pero que sí se quitan horas de dormir para pasar un buen rato con Buenafuente.
Pero Revilla no solamente me fascina como relaciones públicas de la comunidad que preside, sino como político que sabe que esto es una carrera de fondo. Entró en política desde el comienzo de la Transición y siempre en clave regionalista. Su partido, el PRC, es una fuerza política cuya ideología es sencilla y corta, perfectamente adaptada, por vacía, para coaligarse con cualquier otra fuerza medianamente decente.

Revilla ZP Taxista
Las normas institucionales de las Comunidades Autónomas suelen decir que el Presidente de éstas las representa. Normalmente la representación institucional es algo que se hace y se quiere hacer sumamente aburrido, soso y tan plano que da igual que no existiese.

Podría arriesgarme a decir que un presidente autonómico debe tener mucho de relaciones públicas, especialmente cuando el peso de la comunidad que presiden (en población, extensión y otros parámetros objetivos o políticos) no es muy grande. Uno tiene que vender lo suyo y más cuando es una PYME de la España autonómica. Los presidentes de Andalucía, Catalunya, Madrid, Comunitat Valenciana o Euskadi pueden permitirse ser los hombres y mujeres más aburridos y hasta desconocidos fuera de sus territorios, porque el peso político se los da la comunidad a ellos.

Es posible que pocas personas fueran de Cantabria supiera que el anterior Presidente fue, durante ocho años, Joaquín Martínez Sieso. Por el contrario muchísimas personas, la mayoría con un interés escaso en la política y su paisanaje, saben que el actual Presidente de Cantabria es Miguel Ángel Revilla, desplazando (con la inestimable colaboración del tiempo) el recuerdo de aquel señor apellidado Hormaechea.

Habrá quien piense que Revilla es un bufón político, pero para mí es un personaje fascinante. Desde que tomó posesión se hizo notar con un gesto de esos que tanto gustan: ir en taxi a La Moncloa y no dejar de hablar de la calidad de la anchoa de su tierra. Se hizo conocido en todo el país, puso a Cantabria en el mapa de muchas personas que no verían un programa sobre política cántabra en la vida pero que sí se quitan horas de dormir para pasar un buen rato con Buenafuente.

Pero Revilla no solamente me fascina como relaciones públicas de la comunidad que preside, sino como político que sabe que esto es una carrera de fondo. Entró en política desde el comienzo de la Transición y siempre en clave regionalista. Su partido, el PRC, es una fuerza política cuya ideología es sencilla y corta, perfectamente adaptada, por vacía, para coaligarse con cualquier otra fuerza medianamente decente.

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Posted originally: 2009-07-29 18:30:27

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