Miguel Ángel Revilla (II). El diseñador de jugadas


Miguel Ángel Revilla (II). El diseñador de jugadas
Revilla no es nuevo en el Gobierno de Cantabria. Lleva sentándose en el Consejo de Gobierno desde 1995 y ha sido Vicepresidente hasta 2003 además de Consejero de Obras Públicas, en coalición con el Partido Popular. Llegaron las elecciones autonómicas de 2003. El resultado consagraba casi la situación anterior. Aunque el PRC subió dos escaños (a [...]


Revilla no es nuevo en el Gobierno de Cantabria. Lleva sentándose en el Consejo de Gobierno desde 1995 y ha sido Vicepresidente hasta 2003 además de Consejero de Obras Públicas, en coalición con el Partido Popular.
Llegaron las elecciones autonómicas de 2003. El resultado consagraba casi la situación anterior. Aunque el PRC subió dos escaños (a costa de PP y PSOE), las cuentas apuntaban a una reedición del gobierno de coalición PP-PRC.
La diferencia era que en Madrid se encontraba al frente del PSOE un nuevo secretario general, Rodríguez Zapatero, y un nuevo secretario de organización, José Blanco. Ambos sabían que esas elecciones autonómicas y municipales de 2003 eran decisivas para prácticamente todo.
A nivel interno del PSOE, Rodríguez Zapatero y Blanco necesitaban un resultado que les respaldase. A nivel externo, poder arrebatar varios gobiernos autonómicos y ayuntamientos importantes al PP era necesario para simbolizar la posibilidad de ganar las Elecciones Generales del año siguiente.
Había que pintar el mapa de rojo y las coaliciones también valían. Allí el PP no había conseguido mayoría y su socio, Revilla y el PRC, habían conseguido pasar de 6 a 8 escaños (sobre 39). El PSOE había sido la segunda fuerza más votada con 13 escaños.
El PSOE necesitaba que el PP perdiera otra autonomía. La perspectiva del PRC era la siguiente: pacto con el PP como segundones (seguir igual) o pacto con el PSOE pero a cambio de la Presidencia, porque ser segundones ya se los daba el PP, no se enemistaban con ellos y además podían decir que apoyaban a la fuerza más votada.
Hubo pacto con el PSOE y Miguel Ángel Revilla, a pesar de encabezar la tercera fuerza parlamentaria (tercera de tres) fue investido Presidente de Cantabria. Las Elecciones de 2007 vuelven a ser ganadas por el PP, pero sin mayoría suficiente, de forma que se reedita la coalición PRC-PSOE, siendo el partido de Revilla esta vez el segundo más votado, quitándole un escaños al PP y tres al PSOE.
Revilla está fortaleciendo su posición precisamente a costa del PSOE de Cantabria, dando la impresión de que es un presidente socialista más sin necesidad de serlo, de modo que nadie dentro de los socialistas del resto del país eche de menos un presidente cántabro con carnet.
Su partido no presentó candidatura a las Elecciones Generales y él anunció que votaría al PSOE, e incluso asistió a un mitin de Felipe González. Alaba al Presidente del Gobierno, es el primero en contestar con eficacia al PP y se deshace en elogios por el Lehendakari. Habrá personas que piensen que es del PSOE.
En el fondo está haciendo algo sumamente hábil. Él sabe que una cosa es el PSOE a nivel regional (y más en regiones pequeñas) y otra es el PSOE a nivel nacional. Al PSOE de Cantabria lo está fagocitando ya que todo lo que ellos hagan en el gobierno regional será capitalizado por él y su partido, ya que para algo es el Presidente de Cantabria. Con el PSOE a nivel nacional mantiene las mejores relaciones posibles, para que nadie vea mal su continuidad y, por el contrario, lo consideren un valor, tanto que con este PSOE, el nacional, no se enfrenta electoralmente y, por tanto, no tiene ni que distanciarse de ellos ni perjudicarlos.
¿Cuál podría ser el objetivo último? [Advierto que lo viene a continuación puede ser considerado “política-ficción”] Creo que no sería absolutamente imposible que a Revilla no se le haya ocurrido que el PRC pudiera ser el equivalente en Cantabria a lo que es el PSC en Catalunya: un partido formalmente diferenciado, que tiene su política autonómica propia y que está federado al PSOE y mantiene la misma línea en la política nacional.

Revilla Espe
Revilla no es nuevo en el Gobierno de Cantabria. Lleva sentándose en el Consejo de Gobierno desde 1995 y ha sido Vicepresidente hasta 2003 además de Consejero de Obras Públicas, en coalición con el Partido Popular.

Llegaron las elecciones autonómicas de 2003. El resultado consagraba casi la situación anterior. Aunque el PRC subió dos escaños (a costa de PP y PSOE), las cuentas apuntaban a una reedición del gobierno de coalición PP-PRC.

La diferencia era que en Madrid se encontraba al frente del PSOE un nuevo secretario general, Rodríguez Zapatero, y un nuevo secretario de organización, José Blanco. Ambos sabían que esas elecciones autonómicas y municipales de 2003 eran decisivas para prácticamente todo.

A nivel interno del PSOE, Rodríguez Zapatero y Blanco necesitaban un resultado que les respaldase. A nivel externo, poder arrebatar varios gobiernos autonómicos y ayuntamientos importantes al PP era necesario para simbolizar la posibilidad de ganar las Elecciones Generales del año siguiente.

Había que pintar el mapa de rojo y las coaliciones también valían. Allí el PP no había conseguido mayoría y su socio, Revilla y el PRC, habían conseguido pasar de 6 a 8 escaños (sobre 39). El PSOE había sido la segunda fuerza más votada con 13 escaños.

El PSOE necesitaba que el PP perdiera otra autonomía. La perspectiva del PRC era la siguiente: pacto con el PP como segundones (seguir igual) o pacto con el PSOE pero a cambio de la Presidencia, porque ser segundones ya se los daba el PP, no se enemistaban con ellos y además podían decir que apoyaban a la fuerza más votada.

Hubo pacto con el PSOE y Miguel Ángel Revilla, a pesar de encabezar la tercera fuerza parlamentaria (tercera de tres) fue investido Presidente de Cantabria. Las Elecciones de 2007 vuelven a ser ganadas por el PP, pero sin mayoría suficiente, de forma que se reedita la coalición PRC-PSOE, siendo el partido de Revilla esta vez el segundo más votado, quitándole un escaño al PP y tres al PSOE.

Revilla está fortaleciendo su posición precisamente a costa del PSOE de Cantabria, dando la impresión de que es un presidente socialista más sin necesidad de serlo, de modo que nadie dentro de los socialistas del resto del país eche de menos un presidente cántabro con carnet.

Su partido no presentó candidatura a las Elecciones Generales y él anunció que votaría al PSOE, e incluso asistió a un mitin de Felipe González. Alaba al Presidente del Gobierno, es el primero en contestar con eficacia al PP y se deshace en elogios por el Lehendakari. Habrá personas que piensen que es del PSOE.

En el fondo está haciendo algo sumamente hábil. Él sabe que una cosa es el PSOE a nivel regional (y más en regiones pequeñas) y otra es el PSOE a nivel nacional. Al PSOE de Cantabria lo está fagocitando ya que todo lo que ellos hagan en el gobierno será capitalizado por él y su partido, ya que para algo es el Presidente de Cantabria. Con el PSOE a nivel nacional mantiene las mejores relaciones posibles, para que nadie vea mal su continuidad y, por el contrario, lo consideren un valor, tanto que con este PSOE, el nacional, no se enfrenta electoralmente y, por tanto, no tiene ni que distanciarse de ellos ni perjudicarlos.

¿Cuál podría ser el objetivo último? [Advierto que lo viene a continuación puede ser considerado “política-ficción”] Creo que no sería absolutamente imposible que a Revilla se le haya ocurrido que el PRC pudiera ser el equivalente en Cantabria a lo que es el PSC en Catalunya: un partido formalmente diferenciado, que tiene su política autonómica propia y que está federado al PSOE y mantiene la misma línea en la política nacional.

Si quieres leer la primera parte: Miguel Ángel Revilla (I): El relaciones públicas.

Posted in Cantabria, Celtiberia, Ciencias Políticas, Diseño de Jugadas, Partidos Políticos, Política, PSOE

Posted originally: 2009-07-30 10:00:06

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Miguel Ángel Revilla (II). El diseñador de jugadas


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