Francisco Alvarado, un albañil de 65 años, es la primera víctima mortal de los disturbios registrados ayer cuando la policía y el Ejército intentaban reprimir las distintas muestras de apoyo al presidente depuesto Manuel Zelaya que se produjeron en varias partes de Tegucigalpa, según contó a EL PAÍS, su hermana María Alvarado.