En pocas ocasiones -yo desde luego no recuerdo ninguna-, la Casa Blanca ha movilizado a los periodistas que cubren al presidente para decirles que acudieran a sus puestos de trabajo o que estuvieran atentos a las receptores de televisin porque
Barack Obama se disponía a hacer un anuncio importante a la nación. Pasaban las diez de la noche, hora ya casi trasnochada para los estadounidenses. Los que vivimos aquí pero somos de allí, terminábamos de cenar.