Ortodoxias formales


Ortodoxias formales
El otro día decía en Twitter que es prácticamente imposible que alguien tenga un blog sobre política, pero que no se dedique a la política, pueda llegar a una lista electoral o a una posición de responsabilidad política. Los partidos valoran la unidad monolítica en su seno, porque los electores se la demandan, por más [...]

El otro día decía en Twitter que es prácticamente imposible que alguien tenga un blog sobre política, pero que no se dedique a la política, pueda llegar a una lista electoral o a una posición de responsabilidad política.

Los partidos valoran la unidad monolítica en su seno, porque los electores se la demandan, por más que digan que quieren más democracia interna cuando son encuestados. Cada día los partidos y las tendencias políticas se parecen más a rígidas ortodoxias formales: hay que estar de acuerdo con lo que haya que estar de acuerdo, sea lo que sea.

Un bloguero particular, un bloguero romántico, escribe de muchas cosas y puede que con el paso del tiempo, por muy ortodoxo que sea, muestre algunas diferencias con la ortodoxia formal con la que se encuentre más cercana.

Y la memoria de Internet tiene un larguísimo alcance. Cualquier oponente podrá escarbar en lo más profundo de la red para encontrar, por escrito que es lo mejor, cuando esa persona fue un ‘traidor’ no a las ideas, sino a la ortodoxia formal que había que defender en ese momento. Y eso será la tumba del bloguero de política que quiera ser político.

Estas ortodoxias formales incentivan el silencio, el no tener juicio formado y el problema no es que castigue al bloguero político (una especie rara y en vías de extinción), sino que se extiende a todas las formas de expresión posible.


Filed under: Blogs, Internet, Partidos Políticos, Política, Política 2.0
Posted originally: 2011-03-11 10:00:10

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