Desplomado sobre la pista Juan Martín del Potro, de 20 años, lloró unos segundos. Después, con su 1.98 de estatura se levantó, miró al cielo y se santiguó. Repite la liturgia cada vez que gana un partido. El lunes no hizo falta que explicara por qué. Lo hizo en otras ocasiones: se lo dedica a la hermanita que murió en un accidente de automóvil cuando era un niño.
"La torre de Tándil", sobrenombre que alude a la longitud del tenista y a su lugar de nacimiento, siente que acaricia el cielo con las manos: "Es el mejor momento de toda mi vida. Pensé muchas veces cómo sería levantar la copa. En ese...
Posted originally: 2009-09-15 02:00:00