La crisis interna en UPyD es grave, especialmente en las circunstancias actuales de este partido, que si bien ha conseguido unos pequeños éxitos electorales, le falta aún mucho para consolidarse tanto electoral como políticamente. No creo que esta crisis les afecte aún en sus perspectivas electorales, ya que la inmensa mayoría de los españoles no conocen a Mikel Buesa ni mucho menos a la multitud de disidentes que han ido apareciendo en los últimos días.

El hecho de la inexistencia de cualquier tipo de democracia interna era evidente y ya hace algunos meses algunos militantes comenzaron  preguntarse qué estaba pasando en UPyD. El proceso constituyente y de gobierno interino se estaba alargando muchísimo y, mientras, los puestos políticos internos más relevantes, así como los candidatos electorales resultaban elegidos por órganos no elegidos por nadie.

Se decía que esto era para evitar que otros partidos, PP y PSOE, infiltrasen personas en UPyD y desestabilizasen el partido en sus primeros pasos. No me veo a los cargos internos de ninguno de estos partidos mandando “comandos” de infiltración con trajes de camuflaje magenta. Pero si ésta era la causa de alargar el proceso constituyente alguien tienen que reconocer que ha conseguido el efecto contrario, es decir, ha conseguido desestabilizar más que estabilizar. Un “apañadito democrático”, esto es, un Congreso, hace meses y nadie podría tener argumentos con base real para criticar la estructura del partido, todavía tan alejada de lo que Constitución y la Ley de Partidos exige.

Uno de los problemas que veo es que UPyD está siendo víctima de sus propios argumentos sobre regeneración democrática. Las listas abiertas son inoperativas cuando se trata de organizaciones que superen el número de cuatro amigos y, sobre todo, en las que haya dispersión geográfica. Ellos han insistido en cosas como que las listas abiertas son sinónimo de mejor democracia pero, a la hora de la verdad, intentan listas cerradas que puede tengan muchos vicios, pero sin duda son más eficaces.

Otro de los puntos de la regeneración democrática que pretende llevar UPyD a nuestra sociedad es lo que yo llamo “neocentralismo”, por lo que no deja de extrañarme que haya afiliados que se quejen que las directrices lleguen autocráticamente desde Madrid y que no se les confiera a los órganos locales ninguna autonomía.

Las mil batallas que se están publicando en medios de comunicación y en los blogs magentas, sobre todo en estonoeslawebdeupyd.blogspot.com, serían reproducibles en todos los partidos y es que creo que mucha gente en UPyD no se dio cuenta en su momento que UPyD es un partido político más, con las ventajas y las máculas que tiene ostentar esta condición.

Es cierto que algunos de los que ahora se quejan de la falta de democracia interna fueron los primeros beneficiados de su ausencia, pero por ello no dejarían de tener razón. Los que consideran que el comportamiento de Buesa no ha sido correcto, tienen una buena ocasión para empezar a empatizar con los sentimientos que Rosa Díez provoca dentro del PSOE después que hiciera lo que hizo y vistiera de argumentos políticos los que muchos seguimos pensando que no eran más que luchas internas (pues cuando estaba en la cresta de la ola no tuvo problema para ser consejera de un gobierno presidido por el PNV).

Por curioso que parezca la política interna es tan importante, a la hora de llevar a la práctica unas determinadas medidas, como la política externa. Si alguien piensa lo contrario que se repase los sopapos que públicamente Barack Obama y Hillary Clinton se dieron para conseguir el control y la nominación del Partido Demócrata.

Al hecho de que el periodo constituyente está siendo demasiado largo y que los dirigentes no tengan cobertura democrática, ni siquiera “modo bulgariensi”, se une el que una parte de los afiliados de UPyD vienen ya aprendidos, como dice mi novia, de otras formaciones a las que pertenecieron y saben que si no empezaban el apuñalamiento a tiempo y esperaban al Congreso, cualquier acción iba a ser imposible. Junto a ellos hay personas que estrenan su militancia política en esta formación y que deben estar sorprendidos de ver como eso que decían de los partidos es verdad y en mucho más  grado de lo que decían.

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