Racistas a costa de todos


Racistas a costa de todos
La televisión pública del Reino Unido, todo un ejemplo de servicio a los ciudadanos, se ha visto sumida hoy en una enorme polémica que ha acabado con una manifestación a sus puertas con palos policiales. El motivo ha sido la presencia del líder del racista BNP en Question Time, la tertulia con más solera de la BBC.

La participación de los partidos racistas, terroristas y contrarios a los principios básicos de la igualdad y el respeto a los demás siempre ha sido un tema difícil. Cierto es que una televisión pública no debería promocionar en sus programas a personas que defienden la deportación masiva de inmigrantes o que, por ejemplo como hace el BNP, limitar la militancia del partido sólo a los blancos entre otras lindezas. El Reino Unido es un país en el que la integración está bastante desarrollada, y el BNP está dispuesto a acoger a todos aquellos que por los motivos que sean, consideran que el Apartheid y el Holocausto fueron decisiones acertadas.

No debería un Estado moderno tolerar la publicidad de unas ideas que atacan precisamente unas bases que de hecho permiten su existencia. Es la gran contradicción que indica que el sistema es tan imperfecto como las propias actuaciones de las personas.

En España tenemos un caso similar. Se entiende que Batasuna forma parte de ETA, una banda terrorista que, por sus acciones, ataca frontalmente los principios del Estado de Derecho, la Democracia, los Derechos Humanos y, principalmente, la libertad. En ese caso, no tendría mucha lógica que se emitan por RTVE las declaraciones de sus portavoces, que judicialmente están condenados por ser voceros de los terroristas. Pero su difusión se ampara en el interés informativo.

La ley de la CRTVE establece que la radiotelevisión pública debe respetar los valores constitucionales, el pluralismo y la participación garantizando el acceso de los grupos sociales y políticos significantes. Esta frase puede leerse de varias formas. Si bien es cierto que Batasuna o el BNP en Reino Unido tienen algún respaldo popular, también atacan esos valores. ¿Qué deberían hacer los editores de los medios de comunicación? Es una pregunta que no acabo de responder. Está el ejemplo de Francia en 1984, cuando Jean Marie Le Pen fue por primera vez a la tele y gracias a una entrevista de una hora, lanzó su Front National hasta el punto de disputar la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales hace no mucho.

Siempre he pensado que unas ideas contrarias a la convivencia no deberían ser difundidas a costa de los dineros públicos. Pero, en ese mismo instante, me da la sensación de actuar de la misma manera que siempre he despreciado.

El gobierno británico considera que la presencia del líder racista del BNP -electo eurodiputado europeo- le desacreditará ante la audiencia. Es una postura valiente, que sobre todo, alberga mucha fe en el género humano.

Más información del tema:
RTVE.es
Blog de Anna Bosch
BBC Mundo
Guardian
The Times

La televisión pública del Reino Unido, todo un ejemplo de servicio a los ciudadanos, se ha visto sumida hoy en una enorme polémica que ha acabado con una manifestación a sus puertas con palos policiales. El motivo ha sido la presencia del líder del racista BNP en Question Time, la tertulia con más solera de la BBC.

La participación de los partidos racistas, terroristas y contrarios a los principios básicos de la igualdad y el respeto a los demás siempre ha sido un tema difícil. Cierto es que una televisión pública no debería promocionar en sus programas a personas que defienden la deportación masiva de inmigrantes o que, por ejemplo como hace el BNP, limitar la militancia del partido sólo a los blancos entre otras lindezas. El Reino Unido es un país en el que la integración está bastante desarrollada, y el BNP está dispuesto a acoger a todos aquellos que por los motivos que sean, consideran que el Apartheid y el Holocausto fueron decisiones acertadas.

No debería un Estado moderno tolerar la publicidad de unas ideas que atacan precisamente unas bases que de hecho permiten su existencia. Es la gran contradicción que indica que el sistema es tan imperfecto como las propias actuaciones de las personas.

En España tenemos un caso similar. Se entiende que Batasuna forma parte de ETA, una banda terrorista que, por sus acciones, ataca frontalmente los principios del Estado de Derecho, la Democracia, los Derechos Humanos y, principalmente, la libertad. En ese caso, no tendría mucha lógica que se emitan por RTVE las declaraciones de sus portavoces, que judicialmente están condenados por ser voceros de los terroristas. Pero su difusión se ampara en el interés informativo.

La ley de la CRTVE establece que la radiotelevisión pública debe respetar los valores constitucionales, el pluralismo y la participación garantizando el acceso de los grupos sociales y políticos significantes. Esta frase puede leerse de varias formas. Si bien es cierto que Batasuna o el BNP en Reino Unido tienen algún respaldo popular, también atacan esos valores. ¿Qué deberían hacer los editores de los medios de comunicación? Es una pregunta que no acabo de responder. Está el ejemplo de Francia en 1984, cuando Jean Marie Le Pen fue por primera vez a la tele y gracias a una entrevista de una hora, lanzó su Front National hasta el punto de disputar la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales hace no mucho.

Siempre he pensado que unas ideas contrarias a la convivencia no deberían ser difundidas a costa de los dineros públicos. Pero, en ese mismo instante, me da la sensación de actuar de la misma manera que siempre he despreciado.

El gobierno británico considera que la presencia del líder racista del BNP -electo eurodiputado europeo- le desacreditará ante la audiencia. Es una postura valiente, que sobre todo, alberga mucha fe en el género humano.

Más información del tema:
RTVE.es
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BBC Mundo
Guardian
The Times

Posted originally: 2009-10-22 22:08:00

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